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lunes, 22 de marzo de 2010

Heroínas de nuestra Independencia



Una sola pregunta en estos tiempos cuando estamos a punto de conmemorar el Bicentenario de nuestra Independencia:

¿Cuántas heroínas de nuestra independencia conoce usted?

Me imagino que dos o tres, bueno como estamos aquí es para aprender, les presento algunas que quizás no conocías. Esta información tiene como fuente el libro “Historia Gráfica de la Guerra de Independencia de Venezuela cuyo autor es el General de División (AV) Gustavo Machado Guzmán:

Josefa Joaquina Sánchez - 1797: La noble esposa del conspirador de 1797 José María España, nació en La guaira el 18 de octubre de 1765. El 27 de julio de 1783 se casó con José María España, el Protomártir de la Revolución llamada de “Gual y España”. Compartió con su esposo sus ideas revolucionarias y lo ayudó en la distribución de propaganda y confeccionó con sus manos las primeras escarapelas de los revolucionarios y la bandera del movimiento emancipador, creada por Manuel Gual.
A raíz de la develación del movimiento, su esposo había huido a Trinidad, regresando un año después y ocultado en su casa, donde siguió desarrollando sus ideas revolucionarias. Delatado su escondite, es hecho preso y sentenciado a muerte, hecho ocurrido el 8 de mayo de 1799. Ya Josefa Joaquina se encuentra arrestada desde el 29 de abril en Caracas, incomunicada. Fue juzgada y condenada el 19 de febrero de 1800 a ocho años de prisión, a pagar en la Casa Hospicio donde se encontraba. Estaba embarazada cuando fue conducida a prisión, dando a luz en su celda.
El 13 de junio de 1808 cumple su condena y es desterrada a Cumaná, junto con sus hijos, quienes se encontraban estudiando en la Universidad, sin derecho a sacar ningún bien de fortuna, y con la prohibición de volver, ni ella ni sus hijos a Caracas o La Guaira.

Mariana Santillana: Nació en la Provincia de Barcelona a mediados del siglo XVIII. Participó activamente en la causa independentista y en aras de la libertad perdió a sus cuatro hijos en defensa de la patria.

Consuelo Fernández - 1814: Natural de Villa de Cura, fusilada junto con su padre a los 17 años, por rechazar a un oficial realista.
Después de la victoria de Boves en La Puerta, el 3 de febrero de 1814, ante el Coronel Campo Elías, este jefe español se había retirado a Villa de Cura, donde imponía su sed de sangre y terror, asesinando personas y saqueando viviendas y templos. Mientras tanto, el General José Félix Ribas ha formado una defensa en La Victoria para frenar a Boves.
Manuel Fernández, hermano de Consuelo, de 19 años de edad, servía a la causa patriota al lado de José Félix Ribas. Consuelo permanece en la ciudad acompañando a su padre. Un oficial de Boves, Coronel Pérez, corteja a Consuelo y a través de él se entera de los planes de los realistas para atacar La Victoria. Le envía un mensaje a su hermano, pero el joven emisario es perseguido y encontrado el papel con su nombre. Esta carta llegó a manos del Coronel Pérez, quien ofendido por el rechazo de Consuelo, ordena su encarcelamiento, al igual que al padre. Consuelo afirma que su padre es inocente y que prefiere la muerte que estar casada con un realista. El padre es liberado y ella condenada a muerte.
El 10 de febrero de 1814 es el día de la ejecución. El Coronel Pérez le ofrece salvarle la vida si se casa con él, siendo rechazado por Consuelo. Decididamente caminó hasta la plaza, lugar de la ejecución, y al momento de la misma irrumpe su padre en la plaza, abrazándola, cayendo padre e hija ante la descarga lanzada.

Cecilia Mujica - 1813: Fusilada, aunque otros dicen que ahorcada, en San Felipe, por pertenecer, junto a su novio Enrique de Villalonga, a un Comité Revolucionario.
Pertenecía Cecilia a una de las nobles familias de San Felipe. Su padre fue Don Martín de Mujica, caballero noble, realista a favor de la causa del Rey. Cecilia estaba comprometida en matrimonio a Henrique de Villalonga, joven de prosapia española.
Ambos jóvenes pertenecían al Comité Revolucionario patriota y trabajaban arduamente en labores propagandísticas. Henrique distribuye boletines y Cecilia confecciona escarapelas y divisas tricolores para el pecho de los combatientes, además de componer canciones patrióticas.
Cecilia queda huérfana de padre, a raíz del terremoto de 1812. Su situación es difícil, pero continúa sus labores en aras de la libertad. A raíz del Decreto de Guerra a Muerte del año 1813, el Gobernador de San Felipe, Don José de Millet, ejecuta una política de terror en contra de los revolucionarios patriotas, cayendo prisionera Cecilia como resultado de sus actividades. Custodiada por los soldados de la Orden de Cazadores, fue trasladada al sitio de los “Zunzunes”, en el camino de Cocorote. En la quebrada de Saballo, ya sentenciada a muerte, fue vestida, vendada y montada en un potro para los efectos de la ejecución. Luego fue colocada en un grueso tronco. En ese instante le entregó a uno de los soldados, Ambrosio Trejo, una madeja con sus cabellos y anillos para serles entregados a Henrique de Villalonga, quien se encontraba en prisión.
Gritando por la libertad de su tierra, murió Cecilia Mujica al fuego del pelotón de fusilamiento.

Juana Ramírez, "La Avanzadora" - 1813: Era una mujer del pueblo, muy hermosa de origen humilde, nacida en el año 1790, quien se ganaba la vida lavando la ropa a las familias de la ciudad de Maturín. Inicialmente se destacó en la región por su fervor patriota, generosidad y alma humanitaria. En los sucesos revolucionarios de Maturín del año 1813, se dedicaba con abnegación a atender a los heridos en los combates y al entierro de los muertos. Siempre estaba en vigilia y asistía a los necesitados.
Algunas referencias que tenemos de ella vienen de Lorenzo Zaraza, nieto del General Pedro Zaraza, quien a su lado combatió en Maturín. Él asegura que nació en Chaguaramas y que prestó grandes servicios a la causa de la independencia.
Cuando Domingo Monteverde ataca Maturín, el general Piar organiza la defensa de la ciudad, formando una batería, a la cual denominó “Las Mujeres”, por estar constituida en su totalidad por mujeres que luchan al lado de los hombres con el mismo valor y arrojo. Entre ellas se encuentra Juana Ramírez, apodada “La Avanzadora” por ser ella siempre la primera en avanzar hacia el enemigo. Igualmente, peleó bajo las órdenes del General Bermúdez, a cargo de un batallón de mujeres.
Alrededor de ella surgieron muchas leyendas, pero lo que sí es incuestionable fue su arrojo en el combate y su disposición a estar en todas partes, animando y defendiendo su patria.
En una oportunidad le quitó la espada a un oficial realista muerto en combate y volvió al campamento con la misma en alto. Así está representada en la estatua en su honor en la ciudad de Maturín. Murió en 1856.

Barbarita de La Torre - 1814: Nació en Trujillo y desde muy joven se inicia en la lucha por la causa Republicana, impulsada por su padre, Vicente de La Torre, famoso guerrillero, quien mantuvo en jaque a las autoridades españolas de Trujillo y Maracaibo, a raíz de la pérdida de la Primera República en 1812.
Barbarita se destacó en los combates, acompañando a su padre, por su arrojo, don de mando, destreza sobre el caballo y condición de guerrillera, unida a su hermosura como mujer. Fue conocida en Trujillo como “La Amazona Trujillana”.
En 1814 cayó prisionera en un combate y condenada a ser fusilada, pero poco antes de la ejecución se presentó Don Vicente, su padre, para canjear su vida por la de su hija, condición aceptada por el jefe realista, siendo fusilado en la laza de Chiquinquirá de la ciudad de Trujillo. Barbarita quedó en libertad.

Marta Cumbale – 1813: En la defensa de Maturín, de los ataques del coronel Lorenzo Hernández de la Hoz, se destacó Marta Cumbale, formando parte de la batería “Las Mujeres”, bajo el mando de Piar.
Marta Cumbale nació en Güiria, contrayendo matrimonio con Santiago Aristiguieta, con quien no tuvo hijos. Posteriormente se radica en Maturín y abraza la causa de la independencia. Combatió al lado de Juana Ramírez “La Avanzadora”, alcanzando su máxima actuación en la batalla de Maturín, en el sector del Alto de los Godos, contra Domingo Monteverde.
Después de terminada la guerra, se mudó a Barcelona, donde en 1842 se encuentra colaborando en Santa Rosa con las obras religiosas de su parroquia. Finalmente se traslada a Maturín, donde fallece el 28 de diciembre de 1864, dejando para la historia el recuerdo de su valor y amor a la patria.

Josefa Antonia Tovar y Ramírez - 1813: Nació en Caracas el 28 de enero de 1761. Contrajo matrimonio con el Capitán Ayudante Mayor Evaristo Buroz López, en octubre de 1782. Trae el mundo 14 hijos, quedando viuda en 1808. Desde los inicios de las luchas revolucionarias inculca a sus hijos sentimientos patrióticos, alentándolos a la lucha por la emancipación. Muchos de ellos cayeron en los campos de Guerra.
Josefa Antonia sufre persecuciones y ante las atrocidades de Boves, huye al extranjero. Su hijos Lope emigra a las Antillas en compañía del Coronel Carlos Soublette, su yerno, y en 1816, ambos forman parte de la Expedición de Los Cayos.
Es detenida y por orden del Gobernador Moxó, es sometida a prisión en las bóvedas de La Guaira y finalmente es expulsada del país, donde sufre toda clase de penalidades.
Regresa a Venezuela después de la batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821. Muere el 23 de marzo de 1852, a los 91 años de edad.

Carmen Mercie – 1814: Nació en la Provincia de Barcelona y trabajó activamente en los comienzos de las luchas republicanas, siendo objeto de persecuciones hasta el año 1814, cuando es sacrificada inhumanamente a lanzazos en el Altar Mayor de la Iglesia de la Virgen del Carmen, en Barcelona, por un salvaje realista llamado Pedro Rondón (a) Maruto.
Marta Hurtado – 1813: Nació en la Provincia de Barcelona en el año de 1795. Peleó en la batería de “Las Mujeres”, en Maturín, a las órdenes del General Piar, demostrando siempre valor y voluntad de lucha.

Luisa Cáceres de Arismendi - 1816: Nació en Caracas el 25 de septiembre de 1799. Era hermana del prócer de la Independencia Teniente Coronel Juan Manuel Cáceres y esposa del General Juan Bautista Arismendi.
Su padre y hermano son fusilados en Ocumare del Tuy, por el comandante español Rosete, en 1814
Prisionera en Margarita dio a luz una niña que murió al nacer en la inmunda celda; estuvo presa en los castillos de Margarita, en las bóvedas de La Guaira y en el Convento de La Concepción, en Caracas, y luego confinada en Cádiz, España, de donde logra fugarse; torturada sin piedad, para que revelara el paradero de su esposo Juan Bautista Arismendi, fue obligada a beber agua contaminada con la sangre de patriotas fusilados.

Catalina Monjes - 1817: Barcelonesa, colabora en la defensa de la Casa Fuerte, y en el asalto realista quedó inválida de los dos brazos al recibir heridas de machete y de bayoneta.

Ana María Campos - 1823: Maracucha, nacida en los puertos de Altagracia, cuando los sucesos de 1822, la situación de los realistas es precaria y Ana María, burlándose de Morales, pronuncia la premonitoria frase que la haría famosa al regarse y ser repetida por todo el pueblo: "Si Morales no capitula, monda", es decir que si no se rendía de todos modos iba a ser vencido. El pulpero de Píritu, elevado por las circunstancias a jefe del ejército realista, herido en su "honor", ordenó que Ana María fuera montada en un asno, completamente desnuda, paseada por la ciudad y azotada cruelmente por el verdugo Valentín Aguirre. Pero a cada latigazo, la valiente mujer repetía con más fuerza la frase. Y Morales, derrotados los realistas en el combate naval de Maracaibo, debió capitular, como lo advirtiera la valiente mujer.

Teresa Heredia - 1818: Nació en la Villa de Ospino en el año 1787, en hogar de elevada posición social y económica. Teresa junto con su familia, se deciden por la independencia, siendo sus padres ajusticiados, dejándola huérfana a cuidados de su tía.
En 1818 es apresada en Valencia acusada de servir de correo y de recolectar dinero para los patriotas de los Llanos, el gobernador Dato ordena que sea desnudada, bañada en miel, emplumada y paseada por las calles de la ciudad. El gobernador Moxó la expulsó a los Estados Unidos, donde se pierde su huella.
Leonor Guerra - 1816: Cumanesa, en 1816 fue delatada por usar una cinta azul en la cabeza, que las mujeres patriotas se colocaban de noche, a escondidas, parándose intermitentemente en una ventana, como señal de "casa amiga" para los revolucionarios. Es hecha prisionera y sobre un burro la pasearon por las principales calles de Cumaná, después de propinarle ¡200 latigazos! A pesar del castigo, Leonor se negó a delatar a sus camaradas y a cada golpe del verdugo daba vivas a la patria. Se negó a recibir asistencia médica ni alimentos, y murió a consecuencia de sus heridas.

Eulalia Ramos Sánchez (Eulalia Buroz) - 1817: Nacida en Tacarigua de Mamporal, conocida erróneamente en la historia como Eulalia Buroz, por haber convivido con esta numerosa familia en Cartagena donde se refugió después de la Emigración a Oriente. Su esposo, Juan José Velásquez, fue fusilado en Río Chico, en 1814. Eulalia regresa a Venezuela en 1816, y permanece escondida en la casa de su padre en las afueras de Cumaná, allí conoce al oficial inglés William Charles Chamberlain, con quien establece relaciones íntimas. Ambos se encuentran en la Casa Fuerte de Barcelona cuando el asedio de Aldama. Chamberlain muere en combate, y sobre la muerte de Eulalia se tejen varias versiones, una de ellas refiere que, al percibir la imposibilidad de sostener por más tiempo la defensa de la fortaleza, Chamberlain llama al sacerdote, se casa con Eulalia y luego la mata de un disparo y se coloca en la muralla donde el combate es más intenso y perece en acción. Otra versión, más verosímil, narra que, muerto Chamberlain y asaltada la Casa Fuerte, un oficial intenta violar a Eulalia, ésta se defiende y en un descuido del agresor logra quitarle la pistola que porta al cinto, y se suicida. Otra especie cuenta que Eulalia mata al agresor y los soldados en venganza asesinan a Eulalia a golpes de culata y arrastran su cadáver atado a la cola de un caballo. Eulalia murió por amor a la libertad demostrando valor a toda prueba y sólo contaba con veintiún años.

Josefa Venancia de la Encarnación Camejo - 1821: Nativa de Paraguaná, en 1814, vestida de hombre, junto a otras mujeres, se incorpora al ejército de Rafael Urdaneta que marcha hacia la Nueva Granada donde permanece cinco años; de regreso a Venezuela hace vida guerrillera, viviendo escondida en el monte, y en 1821 al frente de 300 esclavos ataca Coro y derrotada se lanza al mar para salvarse; el 2 de marzo de ese mismo año, al frente de quince hombres reta al comandante realista Chepino González, en Baraived (estado Falcón), y en violento combate logra vencerlo y el jefe realista muere. Triunfante, conmina, poniéndole la pistola en el pecho, a Segundo Primera, Comandante de Pueblo Nuevo, a acompañarla para atacar a los realistas acantonados en Coro, a quienes derrota, toma la población y el 3 de mayo de 1821, "la Camejo", lee la proclama que declara libre la Provincia de Coro que había permanecido fiel al rey de España desde 1810. El 8 de marzo de 2002 Josefa Camejo fue elevada a la dignidad del Panteón Nacional.

Luisa de Arrambide - 1814: De La Guaira, hija de Juan Javier de Aranda acusado de participar en la Conspiración de Gual y España. En su casa se celebraban reuniones políticas pro-independentistas bajo la cubierta de fiestas y tertulias literarias, lo que le atrajo el odio realista. Después de la entrada de Boves a Caracas, en 1814, Luisa fue condenada a ser azotada públicamente en la Plaza de San Juan, hoy de Capuchinos. Luisa emigró a Puerto Rico donde contrajo matrimonio y tuvo cinco hijos. Murió en 1825, atendida en su lecho por el doctor José María Vargas. Tenía 28 años.

Concepción Mariño 1813: Hermana de Santiago, fue la responsable de trasladar en su bote, por una ruta patrullada por naves españolas, las armas adquiridas en Trinidad para la invasión a Oriente. Posteriormente en 1821, repite la hazaña, al trasladar desde Jamaica un cargamento de armas y municiones. En su hacienda del islote de Chacachacare, cuarenta y cinco patriotas comandados por Santiago Mariño, firman el acta que sirve de marco jurídico a la invasión de Venezuela en 1813.

Las heroicas mujeres de San Carlos: Que el 25 de abril de 1812 se enfrentan a Monteverde y a la turba de pardos que saqueaban el pueblo. Bolívar les hace un reconocimiento el 13 de junio de 1813: "Las mujeres, sí, soldados, las mujeres del país que estáis pisando combaten contra los opresores y nos disputan la gloria de vencerlos". Y los nombres se agolpan en la memoria de la patria construida con su coraje inmarcesible:

Juana Antonia Padrón: Madre de los Montilla, como las madres espartanas, les dice cuando salen a campaña: "No hay que volver a mi presencia, sino volvéis victoriosos".

Teresa Toro: Madre de los Ibarra: "Vencedores o vencidos, pero siempre con honor".
Josefa María Palacios: Tía de Bolívar y esposa de José Félix Ribas, se encerró durante seis años en su casa, jurando que no saldría mientras su patria fuera esclava.

María Luisa Tubores Coello: Noble guaiquerí que perdió a su marido, dos hijos, su padre y hermanos, en el feroz ataque de Morillo a Juan Griego, se lamentaba de no haber muerto también, defendiendo la patria, ella y su pequeño hijo de cuatro años sobrevivientes de la salvaje batalla.

Teresa Salcedo de Márquez: Azotada públicamente por sospechas de colaboración con los patriotas.

Micaela Mejías de Sucre, Teresa Prado y Cesárea Sánchez: Cumanesas, confinadas a Apure, después de infinitas vejaciones.

María del Carmen Ramírez: Trujillana, puso a disposición de Bolívar toda su fortuna para la adquisición de pertrechos de guerra, en una de sus casas se celebró el Congreso del Rosario de Cúcuta, en 1820.

Bárbara Sotillo: Madre del General Juan Antonio Sotillo, héroe de la Independencia y de la Federación, recibió en la Villa de Santa Ana, estado Anzoátegui, a los emisarios de Boves, un francés escapado de Cayena de apellido Molinet y un sargento de Calabozo llamado Domingo Camero, con vivas a Bolívar, le cortaron la lengua.

Eulalia Ledesma, Úrsula Barrios y Luisa Perdomo: Por hacer armas contra los atacantes de la Villa de Santa Ana, a cada una le fue amputado un brazo. Heroínas para la historia de una nación que decidió ser libre y no dudó en derramar su sangre para lograrlo.

Anastasia: Personaje de la tradición merideña recogido por don Tulio Febres Cordero: "Anastasia era una muchacha que vivía y trabajaba en la servidumbre del Convento de las monjas de Santa Clara en Mérida. Precisamente por su condición de sirvienta podía entrar con tranquilidad hasta la prisión donde se encontraban detenidos los patriotas, informándolos de las noticias y rumores recibidos en la Ciudad. Y un buen día Anastasia hizo temblar al ejército español, cuando simuló la entrada del Libertador redoblando los tambores del Convento y disparando unos cuantos trabucos naranjeros. Los españoles, quienes sabían de la cercanía de Bolívar, acobardados decidieron abandonar Mérida, dejando de esta manera el paso libre al ejército patriota que iniciaba la Campaña Admirable".

domingo, 21 de marzo de 2010

Evolución Histórica de Nuestros Símbolos Patrios en Estampillas





El conocimiento de los diferentes símbolos patrios que han marcado nuestra historia es muy importante para todos los venezolanos. Tuve la gran oportunidad de realizar una investigación para la elaboración de una emisión de estampillas referidas a este tema. A continuación se las presento para que através de ella todos podamos hacernos una idea de como ha sido esta evolución.
Esta serie de estampillas constituye un medio de difusión histórico muy importante y por lo tanto muy educativo para jovenes, maestros, historiadores etc, recomiendo su adquisición en las oficinas filatélicas de IPOSTEL.

lunes, 8 de marzo de 2010

LA VERDAD SOBRE EZEQUIEL ZAMORA

Buscando en internet me encontré con este trabajo muy interesante sobre Ezequiel Zamora, me llamó mucho la atención y le solicité a su autor me permitiese colocarlo en mi blog a lo cual generosamente accedió Lo reproduzco para aquellos que no hayan tenido la oportunidad de haberlo leído

LA VERDAD SOBRE EZEQUIEL ZAMORA


“Pueblo que ignora su historia se extravía,
y pueblo que no honra su historia
descubre su flaqueza moral,
no menos que su desnudez espiritual”.
Germán Carrera Damas:
Aviso a los historiadores críticos.
Caracas: Ediciones GE,1995,p.425
Muy bien nos viene esta segunda edición del libro del profesor, académico, antiguo rector de la Universidad de Los Llanos, Adolfo Rodríguez Rodríguez (1939): La llamada del fuego.(Prólogo: Simón Alberto Consalvi. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 2005. 377 p.), reedición ampliada de su Ezequiel Zamora.(Caracas: Ministerio de Educación, 1977.352 p.) que es la verdadera biografía, la certera, la bien documentada, de aquel caudillo. Y ello es importante por la grave ideologización que por parte de la historiografía marxista venezolana ha venido sufriendo la personalidad del general Ezequiel Zamora, sobre todo desde la publicación del libro de Federico Brito Figueroa(1922-2000): Tiempo de Ezequiel Zamora.(Caracas: Ediciones Centauro, 1975. 520 p.) quien para nada comprendió la vieja lección historiográfica dada sobre aquel personaje, a fines del siglo XIX, por Laureano Villanueva(1840-1912) en su Vida del valiente ciudadano general Ezequiel Zamora.(Caracas: Imprenta Federación, 1898. VI, 455, CX p.), la vigencia de su obra se ha mantenido por su veracidad precisamente. En cambio Brito Figueroa, lo que hizo fue desfigurar la personalidad, acción e ideas de Zamora. Brito Figueroa, hay que decirlo para los lectores de historia, a todo lo largo de su Tiempo de Ezequiel Zamora alteró, cambió datos en favor de una tesis preconcebida, la suya(p.108, nota 19), siempre investigo mal, dio incluso detalles falsos(p.191, nota 21), inventó una falacia sobre el color rojo(p.307-308) y sobre todo sobre el nombre del hombre que ultimó al caudillo en San Carlos. Sabemos hoy que ese G.Morón que Brito dijo no existió. Fue una “boutade” suya para herir a un amigo con quien se había peleado. Quizá parezca increíble hacer semejante cosa, pero eso hizo Brito Figueroa, hombre equivocado siempre y mal historiador. Es por ello que Rodríguez, tras analizar todos los testimonios sobre el posible Morón como asesino de Zamora indica “Ninguno de los autores que sindican a un tal Morón de matar a Zamora, suministran el nombre, excepto Brito, quien se atreve a colocarle de inicial una “G”, al parecer con fines fabuladores y no históricos”(p.347. Subrayado nuestro).
Pero además hoy con Ezequiel Zamora sucede una reideologización más grave al haberlo convertido el presidente Hugo Chávez en uno de los santones de su gobierno, la llamada Revolución de estos días. En esto Chávez ha contribuido en este caso, al falsear al verdadero Zamora, otra vez, a abolir la historia, a contar una historia de un Ezequiel Zamora que no existió, que ahora ha sido revestido de una casaca socialista que nunca tuvo. Nunca fue el agrarista del talante de Emiliano Zapata (c1873-1919) que de alguna manera insinúa Brito Figueroa y menos el revolucionario leninista que quiso pintar. Eso lo veremos a lo largo de este artículo.
Todo lo expuesto por el doctor Laureano Villanueva quedó siempre claro y ha sido desarrollado hasta su últimas consecuencias, dada la inmensa cantidad de documentación manuscrita e impresa consultada, por Adolfo Rodríguez Rodríguez.
Así La llamada del fuego constituye el relato de la transfiguración del protagonista del libro “desde una recatada compostura tras un mostrador a emblema inquietante para borrascas que de tiempo en tiempo nublan el cielo de su país, sin saberse por qué fatum” (p.29. Subrayado nuestro). La palabra latina Fatum aquí es usada en una de sus acepciones: destino, fatalidad, suerte.
Y para hacerlo Rodríguez no tergiversa, no desfigura la historia, deja que hablen los documentos, lo que se lee en la prensa de su época, lo que escribieron testigos y contemporáneos. Muestra los hechos tal cual fueron, que son los únicos con los cuales puede escribirse la historia, con su exposición desnuda los sucesos que hablan siempre por si mismos.
Y haciéndolo es que se dio cuenta, pese a un todavía controvertido pasaje de Villanueva al cual aludiremos más adelante, que son “Son mínimas las evidencias acerca del contenido social de una gesta demasiado contamina por la ambición y los resentimientos” (p.27).
Rodríguez se ha propuesto realizar un “parsimonioso tránsito por el tejido de la vida de este jefe y su impronta en la historia venezolana”(p.27), “Veámoslo, pues, de carne y hueso, sentado a la diestra, no de Marx, sino de este cúmulo de testimonios que dan cuenta de los días de gallera, cuitas amorosas, cuentas de casabe, apresuradas y no bien digeridas lecturas, esclavos por cobrar a una Junta de Abolición, requiebros a la superioridad en procura de ascensos, desprecio visceral contra el sabio José María Vargas(1786-1854) o el prócer José Antonio Páez(1790-1873), ínfulas y padeceres porque le pagan tarde y mal sus servicios militares”(p.29). Eso fue.
COMO ERA
Y para que lo comprendamos Rodríguez traza la silueta de Zamora al mostrarnos su de origen mantuano, hasta un realista venezolano hubo en su familia, quien se pasó a la república tras Carabobo (junio 24,1821) como lo hicieron la mayoría de aquellos. Fue Zamora canastillero, prestamista, dueño de esclavos, escrupuloso bodeguero, defensor del orden paecista, ferviente devoto de la buena vida, ser apegado a la tranquilidad doméstica, “insurge como una de las carne de cañón más efectivas de toda la historia nacional”(p.28. Subrayado del autor) en un momento dado, no antes, muestra siempre “cierta impulsividad en las decisiones”(p.105). Se le llamó “General del Pueblo Soberano”. Pero Rodríguez escudriñando la prensa de la época, una de las más ricas fuentes utilizadas para componer su libro, halló que sólo utilizó el cognomento en 1846 en dos únicas ocasiones (p.108-109,nota 20), “Pero antes de que finalice su aventura guerrillera de 1846 y 1847, prescinde de tal autocalificativo… Zamora no volvió a recurrir al título, ni siquiera en los momentos más significativos de su carrera militar”(p.109 y 124 nota 88).
Indica Rodríguez: “Se observa el comportamiento probo de Zamora, su frugalidad en cuanto a costumbres”(p.223) a la vez que su “revulicio mental”(p.329), el “oleaje sintáctico”(p.329) de lo poco que escribió, bien escaso por cierto.
Existen otros descripciones que Rodríguez cita:”El pelo rubio…,catire pelo pasudo…ojos verdes…Poca frente, nariz de águila, labios finos, la boca breve y sumida. Una cara amarrada, de zorro con peste…La estatura regular, flaco, juntos los muslos y maneto…Unos ojos azules en encandilan…Las manos largas, sin carne, con cerdas en lugar de vellos…Pies largos”(p.53), reconstrucción está hecha por Rodríguez de fuentes de 1848, sobre todo de la Gaceta de Venezuela, el periódico oficial de la época. También recurre a observaciones Ildefonso Riera Aguinagalde(1834-1882), quien conoció y trató personalmente a Zamora, impresas en El Federalista(agosto 30,1867) y otros, posteriores, de Delfín Aurelio Aguilera(1865-1937), sobre todo de sus Memorias de un prócer de la federación boba(Caracas: Ediciones Centauro, 1979. XVI, 253 p.), impresas en libro décadas después de haber sido insertas en El Universal de Caracas(septiembre 13,1927-enero 29,1937), en donde las leyó Rodríguez.
Otros registros pintan a Zamora, tal se lee en El Liberal(n/ 666) como “flaco, blanco y barbicolorada” (p.116).
Y sobre su modo de ser, que puede explicar la gran eclosión de violencia que propició, aunque sólo se le adjudica la orden de fusilar a Martín Espinoza (c1820-1859). Pero:”Zamora perdonada, es verdad, pero nunca jamás podía levantarse hasta la magnanimidad del olvido”(p.299), según Riera Aguinalde, hombre de la Federación, quien lo conoció bien en el vivac de los campamentos federales. Fue el noble Riera Aguinalde también el segundo socialcristiano de la historia de Venezuela. El primero fue Rafael María Baralt(1810-1860). El tercero, el introductor contemporáneo de la democracia cristiana, fue el historiador Caracciolo Parra León(1901-1939), lo siguió su discípulo Rafael Caldera.
Se esmeró Zamora “más por intuición que por lecturas, a la forja de una imagen que conviniera a sus planes” (p.236. El subrayado es nuestro). Todo indica que pensaba que “La opinión es lo único omnipotente en la vida civil de los pueblos” (p.326).
LA PERIPECIA VITAL
El 1 de febrero de 1817 nació Ezequiel Zamora en Cúa, estado Miranda, en plena guerra de Independencia. Hijo de José Alejandro Zamora y Paula Correa. Fue “nieto de godos e hijo de patriota”(p.45).
En 1825 la familia se trasladó a Caracas con los seis hijos. En 1838 Ezequiel tiene veinte y un años, se instaló en Villa de Cura. “Tenía 21 o 23 años y la resolución de hacer carrera en los negocios. No escogió Villa de Cura. El destino lo llevó allí. O mejor: lo devolvió a los lares que sus padres habitaban antes de la guerra que había disipado el empeño familiar de sentar reales en ese lugar” (p.49).
De 1839, tenía veinte y dos años, es el documento más antiguo encontrado por su biógrafo con su firma(junio 7): una transacción comercial(p.56).
En 1840, momento del inicio de la crisis del llamado “gobierno deliberativo” (Augusto Mijares: La evolución política de Venezuela. 4ª.ed. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 2004, p.103-124) pudo ver ”Mundo que no era macizo, este de los señores”(p.61). Pero en el universo de aquellos caballeros es en el que aspira estar, lo que aspire a ser. Es por ello que Zamora ha sido considerado por algunos estudiosos, tal Ruth Capriles Méndez, como un resentido social (El libro rojo del resentimiento. Caracas: Mondadori/Debate, 2008, p.35). Lo veremos.
También en aquel año de 1840 comienzan a divulgarse las ideas liberales, ideas del partido que se forma entonces al pie de las ideas de Tomás Lander (1787-1845), el ideólogo, y de Antonio Leocadio Guzmán(1801-1884), el líder que las vocea en la calle. Las ideas de Lander se conocieron a través de la serie de folletos, titulados Fragmentos, que hizo conocer durante un lustro (1833-1838). Guzmán habló al país a través de las columnas del semanario El Venezolano, fundado en 1840, que fue el periódico del partido Liberal.
Es necesario hacer aquí una observación general: si bien Guzmán llamó liberal a su partido y se opuso, a lo que llamó, los conservadores, oligarcas o godos, en verdad este fue una consigna política, producto de la controversia, porque ambos bandos eran liberales e incluso, los llamados por Guzmán conservadores, fueron más liberales que los liberales por sus grandes realizaciones. Y de hecho el proyecto político venezolano es aun hoy el liberal. Y liberales han sido todos nuestros gobiernos. Este es un hecho que hay que estudiar con atención al asomarnos al panorama de los días de Zamora y de la época en que vivió y actuó. El establecimiento en Venezuela de un gobierno liberal y democrático viene desde los días de la Independencia. Y se ha mantenido a lo largo del tiempo. El régimen actual es sólo caricaturescamente socialista.
El 12 de octubre de 1845 se presentó la Memoria de la Sociedad Liberal de Caracas (Caracas: Imprenta de El Venezolano,1845). Allí es posible que Zamora haya encontrado esta idea: “No puede concebirse felicidad sin la libertad sin el sistema representativo”, “no basta querer ser libre sino saber serlo”.
1846 es un año clave de la historia de Venezuela. Y es fecha crucial para Ezequiel Zamora. El 1 de enero en el número 42 de El patriota de Felipe Larrazábal (1816-1873) se publica una lista de “ciudadanos que han suscrito el compromiso de consagrar sus esfuerzos legales, a fijar el voto de los pueblos a favor del señor Antonio Leocadio Guzmán”(p.78). Pero, dice Rodríguez, “No figura Ezequiel, quien persiste en la anonimia, concentrado en los ajetreos del mostrador”(p.79).
El 11 de abril se fundó la Sociedad Liberal de Villa de Cura, pueblo donde vivía Zamora. Tres meses después está ya él en acción, ha abandonado la pulpería. El 8 de julio ya se sabe que el gobierno lo persigue. Es quizá la fecha en que entra en la vida pública (p.86). Todavía soñaba con el orden, “había alimentado su corazón con los dulces afectos que nuestra constitución le había hecho concebir”(p.88). Esa Constitución era la de 1830, la vigente entonces.
El 23 de agosto pasó hacia Caracas. Es hora grave aquella: prefirió esperar a la reunión entre Guzmán y Páez que se celebraría en la casa del general Santiago Mariño (1788-1854) en La Victoria. El 19 de agosto Páez estaba decidido a llevarla a cabo. Sería el 1 de septiembre. Pero todo cambia: Guzmán llega a La Victoria el 2 de septiembre para el encuentro. Entonces comienzan los saqueos del populacho que lo sigue en Guigue y en la hacienda Yuma, de Ángel Quintero (1802-1866), el siempre odiado ministro de Páez, figura oscura si las hay en la historia venezolana de aquel período, llamado el “Ángel Malo”, incluso por personas del círculo paecista. El levantamiento liberal se inicia en ese momento. Zamora dice entonces “me afirmo en la creencia de que tenemos que apelar en el acto a las armas, para salvarnos y salvar a nación de las garras de la oligarquía”(p.99), esta será la idea que lo moverá hasta las últimas horas de su vida como lo veremos. “Ha optado por la violencia”(p.99) dice su biógrafo. Es “la prueba de fuego”(p.26): ¿lo transforma de pacífico a agresivo?. Deja ser “El pundoroso comerciante de Villa de Cura, meses antes celoso defensor del orden” (p.110).
La verdad es que el 7 septiembre, cinco días después de la llegada de Guzmán a La Victoria, Zamora está levantado en armas. Sus cercanos lo consideran entonces de “cerrado entendimiento”, sufriendo “de los desvíos de su entendimiento”, con “error de entendimiento”(p.105) porque no entienden por qué el pacífico ciudadano y tendero se ha transformado. ¿Qué había, que hubo, en su interior para que optara por la violencia?. No lo sabemos. Solo conocemos los hechos. Ni siquiera tenemos escritos suyos que podamos escrutarlos con los ojos de la psiquiatría para penetrar en las razones últimas de este hombre.
Aunque el deseo de los liberales era entonces “elevar a Guzmán a la Presidencia por las armas, puesto que se obstruye la vía legal”(p.131). Esto era verdad, la conciliación política había fallado, la controversia política se había desviado. Y, además, creemos, que Guzmán ni se atrevió a conducir las fuerzas políticas que había despertado con su prédica liberal a través de las columnas de El Venezolano. Más: se asustó y huyó de La Victoria. En verdad lo que Guzmán deseó era establecer una alternativa republicana de alternancia en la presidencia, por medios legales y democráticos, crear una corriente opositora democrática. Pero quienes estaban en el poder no estuvieron entonces dispuestos a la alternativa, ni a escuchar a quien era el vocero de la legítima oposición. Por ello persiguieron al líder Guzmán: lo hicieron preso. El 5 de octubre estaba tras las rejas donde fue interrogado.
El 21 de marzo de 1847 Guzmán fue condenado a muerte. Pero ya en ese momento se había iniciado, desde el 1 de marzo, otro gobierno: el primero de José Tadeo Monagas (1784-1868). Y fue gracias a Monagas que Guzmán salvó la vida y fue expulsado del país. Pero muy pronto comenzó a colaborar con el gobierno desde Curazao, siguiendo los pasos del general Páez, quien estaba exilado allí y estaba conspirando. Y a poco volvió Guzmán a Venezuela, retornó del “destierro a perpetuidad”, pasó al gabinete (1849) y más tarde fue Vicepresidente de la República. Tuvo razón el maquiavélico político cuando le dijo a su hijo Antonio Guzmán Blanco (1829-1899) quien lo acompañó al puerto antes de salir al destierro: “ya veremos, hijo, cuando dura la perpetuidad en Venezuela”. Así fue. La sagacidad de aquel caraqueño, nacido hijo natural, vástago de un realista, fue clarísima. Así es Venezuela.
También Zamora fue detenido y condenado a muerte por insurrección. La pena le fue conmutada por el presidente Monagas, quien ya se había unido a los liberales. Zamora había huido y estaba escondido en El Hatillo.
Pero a poco, apunta Rodríguez, “Una circunstancia crucial en la vida del país y que determinó aun más el distanciamiento entre el presidente Monagas y el orden jurídico conservador, permitió a Zamora dejar la clandestinidad y asumir las armas en defensa de su salvador”(p.155). Ello fue gracias a los sucesos a los sucesos del 24 de enero de 1848, “un posible delito colectivo bien dirigido por el Presidente de la República” como muy bien lo calificó Guillermo Morón(Los Presidentes de Venezuela. Caracas: Meneven, 1981, p.98).
Pero para Ezequiel Zamora después de aquella hora su existencia va a transformarse completamente. No hay que olvidar que la vida de Zamora tuvo tres períodos: el pulpero hasta 1846, el insurgente en 1846, que Monagas salva en 1847, el devoto monaguero (1848-1858), siempre fiel al mandatario, y a partir de 1859, el jefe del movimiento federal, en cuyas acciones rindió la vida.
Así la década 1848-1858 constituyeron los años de servicio fiel de Zamora a los dos Monagas. Fue “vasallo leal y fervoroso” (p.163). Fue reincorporado al ejército, fue nombrado comandante de armas de Coro (1851) y más tarde en Cumaná (1856), se pensó en él como posible Gobernador de Barinas, fue jefe militar en Ciudad Bolívar(1853). Fue ascendido a General de Brigada en 1854.
Pero no era para nada un revolucionario: en 1853, en Ciudad Bolívar, tenía esclavos (p.203, 204,205-206). Y al decretarse la abolición pidió a la Junta de Abolición, en Ciudad Bolívar, se le pagaran “los valores que me corresponden como propietario que fui de los esclavas”(p.206). Habían pasado en ese momento (noviembre 24,1854) ocho meses del decreto de abolición de la esclavitud (marzo 24,1854): esto nos hace ver que no fue para nada un revolucionario que cierta historiografía distorsionadora ha querido ver en él.
En 1855 “Es, pues, el gran señor que un tiempo quiso ser…Instante feliz de su ascenso sociales que prosigue o reanuda sus operaciones como prestamista al 2% mensual”, así se lee (febrero 13,1855) en el Diario de Avisos (p.197).
El 4 de Julio de 1855 casó con Stefana Falcón, hermana del general Juan Crisóstomo Falcón (1820-1870). Casó a Zamora el arzobispo Silvestre Guevara y Lira (1814-1882) en la iglesia de Macuto, esto nos hace ver claramente que Zamora estaba situado entonces en la cúspide social del monaguismo.
En 1856 actuó en Cumaná como ya lo hemos señalado. Se ha ido convenciendo, ya en esos años “que por medio de las armas es como se legisla” (p.217), su “contrición a las armas en pro del gobierno” (p.223) fue siempre lo usual en él.
En 1857 volvió a Coro con su familia. En 1858 su situación económica mejora: “En la revuelta de 1846 perdió su pequeño capital adquirido tras escrupulosos ocho años de trabajo en el comercio. Casi accede al rango de los ‘acomodados’ de Venezuela…Pero ahora en 1858, ¿Cuánto alcanza a acumular? No ha empleado sistemas bochornosos para obtener dinero. Repudia tales procedimientos. Pero ahorraba. Junto a hábitos morigerados, es ahorrativo, para no llamarlo avaro. Fue prestamista. Aunque solo sepamos que lo hizo en 1855 a la administración de la Aduana de Ciudad Bolívar al 2% mensual. ¿A quién más?¿Cuántas veces? ¿Por cuánto tiempo?...Lo cierto es que llevó a Coro un capital a fines de 1857…Y fundó también, a nueve leguas de Coro, la hacienda Caridad, en Hueque, que mejora dotándola de un ingenio estimado en 40.000 pesos…Cuando huya a Curazao, en 1858, lleva ‘plata en bruto’”(p.223-224).
En 1858 José Tadeo Monagas, entonces presidente por segunda vez, cayó del poder como consecuencia de la Revolución del 5 de Marzo. Entre junio 1858-febrero 1859 Zamora vivió en Curazao. “Pensando más en la paz que en ideales y guerras”(p.225), dice su biógrafo.
El 15 de marzo José Tadeo Monagas renunció a la presidencia y se asiló en la Legación Francesa. Zamora fue fiel al caído presidente.
Pero el 30 de marzo Zamora está de vuelta, llegó a Puerto Cabello desde Curazao. Estuvo en Valencia. Pasó a Caracas. El 3 de abril el gobierno lo expulsó del país mediante decreto. Se fue a Curazao otra vez.
Pero los sucesos federalistas comienzan a andar: el 18 de abril se instaló en Caracas la Gran Sociedad Federal de Caracas. Dos días después fueron divulgadas sus Bases Orgánicas. El 28 se fundó el periódico El Federalista. “Los guían los principios doctrinarios de 1810 y 1811”(p.247), anota Rodríguez. Estos eran federalistas, a ellos el Libertador, siempre centralista, se opuso en todo momento.
1859 es el año cenital: el 20 de febrero fue el grito y proclamación de la Federación en Coro. El llamado lo firmó por Tirso Salaverría (1821-1901). Apunta Rodríguez: “La chispa incendia la pradera. Amén de la Revolución, prometen reorganizar federalmente a Venezuela y establecer la soberanía del pueblo y un recordatorio para el olvidadizo gobernante: falseó los principios de la revolución de marzo, fundamentalmente el ‘olvido de lo pasado’”(p.252). El 23 de febrero Zamora retornó en Coro. Será el primer jefe del movimiento. Es ascendido a General de División. Sus principios en ese momento son: ”excitando a la moral, el orden, el respeto a la propiedad, amor a la libertad, valor denodado, generosidad, clemencia con el vencido, subordinación, y, sobre todo, santidad de la federación, que fue sagrada para los patriotas en 1811”(p.255).
Pese a lo proclamado por Zamora, que hemos citado antes, como base de sus ideales, la verdad es que lo que se proponían era: “exterminar a los oligarcas donde quieran que osen combatir…acabar con el traidor Julián Castro (c1805-1875)…Guerra de retaliación”(p.259). Le quedaban entonces a Zamora once meses de vida. Esos trescientos treinta días serán los únicos de su acción en la Guerra Federal(1859-1863), en cuyos tres últimos años, hasta la toma del poder por los federalistas(junio 17,1863), no participó.
Inmediatamente se divulgó que era desde entonces “Obligatorio es anteponer el mote de ‘ciudadano’ en los tratamientos oficiales e indistintamente el de ‘usted’”(p.256), es una tradición que se inicia allí y que todavía en el congreso de 1959 rescató como costumbre republicana Arturo Uslar Pietri(1906-2001) al oponerse que se llamara honorables a los congresantes. Eso está en un discurso en el senado (La palabra compartida. Caracas: Pensamiento Vivo, 1964, p.11).
A poco Zamora y sus tropas marcharon al llano. Allí iba a ser la guerra y los combates por venir.
Llegó a Barinas, que será el terreno de lo más destacado de su acción militar. Estuvo en Sabaneta en donde se detuvo en la hacienda La Marqueseña, propiedad del marqués de Pumar.
El 20 de mayo la ciudad de Barinas se pronunció por la Federación. El 1 de agosto Julián Castro fue depuesto en Caracas por un golpe de Estado. El 2 de agosto hubo un contragolpe: don Pedro Gual(1783-1862), el Designado, cargo que existía entonces, distinto al de Vicepresidente, que también lo había en aquel momento, fue nombrado presidente encargado mientras regresada el vicepresidente Manuel Felipe Tovar(1803-1866) que era el que debía ejercer la presidencia.
Zamora ya en Barinas preparó su estrategia con cuidado. Esperó al ejército del gobierno en el llano barinés, en el sitio de Santa Inés(diciembre 10-11,1859) se efectuó la gran batalla. Zamora y los suyos vencieron. El gobierno fue derrotado. En Caracas cundió el pánico, la ciudad se sintió tan amenazada como en 1814, cuando José Tomás Boves(1782-1814) se acercaba a ella. Pánico llevado al extremo porque los federales deseaban no sólo exterminar a la oligarquía sino a todos los blancos y a cuantos sabían leer y escribir. Y el horror era muy grande: las tropas de Zamora no sólo eran violentas sino que al entrar en cualquier ciudad lo primero que hacían era quemar los archivos porque consideraban que la historia comenzaba con ellos.
Zamora después de Santa Inés se dirigió a San Carlos, será el último tramo de su vivir. Se pregunta Rodríguez:”¿qué está agitando la mente del desasosegado general al fin de su travesía”(p.333).
El 9 de enero de 1860 está en San Carlos. De ese día, dice su biógrafo, es la posible última carta, a Pedro Vicente Aguado(c1806-1860), quien había divulgado un especie de nuevo “decreto de guerra a muerte” en donde decía: ”Los oligarcas conocidos como tales no encontrarán en nosotros desde hoy en adelante, otra cosa que el cuchillo”(citado por José Gil Fortoul: Historia constitucional de Venezuela. Caracas: Ediciones Sales, 1964,t.III,p.149-150). A esto contestó Zamora, en una misiva que “rezuma olor a testamento”(p.337) según su biógrafo, “mi anhelo es ver concluida la dominación goda en Venezuela”(p.337): sólo eso, nada más, sustituir un gobierno por otro, ese era todo su deseo.
Es ahora el día siguiente, 10 de enero de 1860. Todo indica que lo que vamos a narrar no sucedió en la tarde sino cerca del mediodía. Fue entonces cuando atravesó la calle real, caminó hasta la esquina de la Casa de la Blanquera, entró a solar de la familia Acuña, allí almorzó, “tomó un pedazo de patilla y, dirigiéndose por un hueco en la pared, marcha a la parte del solar de la casa ocupada por el negocio de los hermanos Desiderio y Federico González, donde las tropas federales, en gran desorden, se detallaban víveres…fue a la puerta que da a la mediagua del sur donde se atrincheraban José Manuel Payares Seijas, Pablo Piña, Montenegro, Buenaventura Núñez, Guzmán Blanco, un oficial y otros. Y Piña dijo: ‘No asome general. Mire las balas como despedazan ese platanal de enfrente…Guzmán recordó estos jirones de voces intercambiadas entre Zamora y la guerrilla apostada allí:
-Sí
-Allí…
-Dos…
-Muy bien
-Ahora mismo
Sin descuidar el flanco por donde penetraban los disparos. Uno de los hombres de Zamora tropezó con Guzmán y éste hizo un movimiento lateral hacia la derecha pero no estorbarlo. Y fue cuando el cabo inició una palabra que quedó trunca:
-Ca(rajo)…
Dobló las rodillas (Zamora) y Guzmán lo habría sostenido para que cayese suavemente de espaldas…Como a las 11 de la mañana, el soldado Telésforo Santamaría, disparó un tiro desde el solar de la casa de Manuel Hernández Sierra hacia el solar de la casa que ocupaban Desiderio y Federico González y que luego sería de Ramón Borjas.
-cayó un jefe de pantalón azul” (p.343-345).
Así “un balazo en la frente le privó la vida en el acto”(p.344, nota 7). A los pocos minutos fue trasladado a la casa de la señora Quiteria Acuña, puesto sobre la mesa del comedor, allí expiró. Así murió Ezequiel Zamora Correa. Fue sepultado en el solar de los Oviedo esa medianoche, “entre dos árboles de totumo y otro de guanábana”(p.346). Los restos estuvieron allí hasta 1868, fueron exhumados pero se perdieron camino a Caracas(p.356), en aquel año lleno de guerra en Venezuela, días de la Revolución Azul. Así las cenizas de Zamora que hoy están en el Panteón Nacional no son las verdaderas, esto se sabe desde mucho tiempo atrás. Así allí se le rinde homenaje a un fantasma.
En Caracas la mano que empuño el arma cuya bala mató a Zamora fue bendecida. Se llegó a pensar, lo que no es cierto, que “La muerte de Ezequiel Zamora el día 10 a las 10 y en San Carlos, es el verdadero, el único y el más grande triunfo de la causa del orden” (p.349), eso se lee en un documento del Archivo de Manuel Felipe Tovar, exhumando por el historiador Rodríguez (p.349). Pero ello no fue así. El proceso de la Federación, del cual nada bueno ni positivo sacó Venezuela, prosiguió. Y llegó al poder.
Se dice que Zamora fue asesinado por Telésfero Santamaría, “también centralista, a quien el periódico caraqueño El constitucional señaló como autor del inimaginable disparo”(p.345). Santamaría disparó “desde el solar de la casa de Manuel Hernández Sierra hacia el solar de la casa que ocupaban Desiderio y Federico González”(p.345). Lo cual indica que el disparo provino de un soldado del ejército gubernamental. La muerte fue divulgada en Caracas a los trece días, el 23 de enero, por el Diario de Avisos y El Constitucional.
Se ha mencionado a un tal Morón como el autor de la muerte de Zamora. A su lado estuvieron al caer muerto dos soldados de ese apellido, eso se dijo mucho después del suceso, llamados Pedro y José María, “esta especie surgió muchos años después con propósitos nada esclarecedores”(p.347). Y además ninguno de los dos se llamaba G.Morón como dijo equivocadamente Brito Figueroa. Los papeles escritos sobre la marcha de los sucesos dan el nombre de Santamaría y no de ningún Morón, menos del G.Morón que dijo Brito Figueroa. Tampoco parece ser cierto, aunque es difícil sostenerlo porque no hay en que basarse, que los herederos políticos de Zamora, su cuñado Juan Crisóstomo Falcón y el general Antonio Guzmán Blanco, hayan sido los autores del complot como alguna vez se escribió (p.347). Guzmán Blanco, es verdad, estaba junto al caudillo al caer este herido de muerte, de hecho lo sostuvo para que no se precipitara al suelo. Y ambos, el hermano político y el doctor y militar caraqueño, fueron sus herederos y gozaron las gracias del poder que Zamora empujó a tomar, aunque para la llegada a la casa de gobierno, en 1863, al fin de la dictadura de Páez, nada hubiera hecho Zamora por no existir ya. Las acciones, y sobre todo, las conversaciones de paz las llevó a cabo Guzmán Blanco con el secretario y ministro de Páez, el político Pedro José Rojas(1818-1874). La hipótesis de que el disparo que acabó con la vida de Zamora provino del lado de las tropas federalistas nunca ha podido ser argumentado y menos probado.
Y desde aquella hora el “general del pueblo soberano”, es y será un personaje usado por la diatriba política desde el siglo XIX, la verdad de lo “que fue o quiso ser”(p.359) no se sabe, no han dejado los partidos en pugna que sea conocida. Las facciones de antes y las de ahora, ni chavistas ni escuálidos hoy, saben que decir quien fue realmente Zamora porque lo utilizan como arma política y no como debe ser visto: como un personaje de la historia. Sin embargo, por los libros de historia, sobre todo por el doctor Villanueva y el de Rodríguez nos hemos podido aproximar a quien fue aquel hombre. Hágase lo que se haga por los que estuvieron antes o los que están en el poder hoy, “La verdad, la áspera verdad” que dijo Georges-Jacques Danton(1759-1794) se impondrá claramente un día u otro. Hoy, mañana o pasado mañana. Y la historia de Zamora no será otra vez alterada sino presentada tal cual fue, dentro de los fueros de la historia, el único lugar al que pertenece Ezequiel Zamora.
IDEAS
Pero no podemos cerrar esta semblanza sin tratar de vislumbrar aquello que ha sido objeto de la diatriba que siempre ha rodeado a Zamora: sus posibles ideas. Y para ello hay que repasar la historia de las ideas políticas en Venezuela para tratar de llegar a la concepciones que tuvo Zamora: si es que tuvo alguna, cosa que parece ser lo único cierto.
Dice Rodríguez en La llamada del fuego que en 1846 fue “donde vorazmente han prendido ‘las anárquicas ideas que circulan”(p.107). ¿Anárquicas por anarquismo o anárquicas por disolventes? podemos preguntarnos. Porque las ideas anarquistas fueron expuestas por Mijail Bakunin(1814-1876) después del levantamiento parisino de 1848, coincidiendo con el movimiento de La Comuna parisina(marzo 18-mayo 28,1871), sucedido once años después de la muerte de Zamora.
Explica Rodríguez también que “La idea de ‘pueblo soberano’, en oposición a la soberanía del rey, esgrimida por los republicanos durante la Independencia y con antecedentes en la Revolución Francesa, resultó de mucha utilidad a los liberales venezolanos”(p.109, nota 20).
¿Tuvo Zamora un programa ideológico y de acción?. ”Hasta el 12 de septiembre de 1846 en que se une con Rangel, no ha manifestado Zamora una sola palabra respecto a reparto de tierras y liberación de los esclavos. Más bien ha sido partidario del gobierno, celoso de las leyes y de la preservación de la propiedad”(p.128). Este Rangel se llamó Francisco José Rangel (c1795-1847), apodado el Indio Rangel.
Lo que hemos referido es lo que encontró el autor de La llamada del fuego en la amplia documentación que consultó para elaborar su diestro libro.
¿FUE SOCIALISTA?
Otra pregunta que hay que hacer ante Zamora es si podemos hablar de él como un socialista, ello es lo que han pregonado los historiadores marxistas venezolanos a partir de unos pasajes de la Vida del valiente ciudadano Ezequiel Zamora del doctor Villanueva, su primer biógrafo serio. Pero vayamos por partes.
Entre nosotros, en Venezuela, las ideas socialistas ya se divulgaban en 1848 a través de la traducción de un artículo de L.Reybaud sobre las ideas de los “socialistas utópicos” Charles Fourier(1772-1837), Robert Owen (1771-1858) y el Conde de Saint Simón, Claude Henri de Rouvroy(1760-1825), quienes “Aspiran a la reconstrucción completa del orden social”. Esto estaba inserto en periódico liberal El patriota (octubre 7,1848). A esta gaceta estuvo suscrito en algún momento Ezequiel Zamora como lo anota Adolfo Rodríguez. En 1853 se imprimió en Caracas, en dos tomos, la traducción castellana, hecha por “Un venezolano”, del libro de Alphonse de Lamartine (1790-1869) Historia de la revolución de 1848.(Caracas: Imprenta de Domingo Salazar, 1853.2 vols). Rodríguez también nos da la noticia de haber circulado en Caracas en 1850 el libro Barcelona moderna y Barcelona antigua. El socialismo y la Economía Política. Síntomas del tiempo. Anarquía intelectual era sin duda una publicación catalana y se vendía en Caracas en la imprenta de Domingo Salazar, de Pedrera a Gorda(p.175 y 308). En 1852, señala Germán Carrera Damas, circuló en Caracas el volumen Análisis del socialismo, impreso en Bogotá(Crítica histórica. Caracas: Universidad Central de Venezuela, 1960,p.113-114). Además, el mismo Carrera Damas lo analiza también, fue el caraqueño Ramón Ramírez, nacido en 1824, autor del libro El cristianismo y la libertad (1855) quien en su obra, a mediados del siglo XIX, debatía sobre las diversas formas de socialismo (Capítulo V) lo cual nos indica que el estudio de esta teoría no fue extraña para los venezolanos de aquel tiempo(Temas de historia social y de las ideas. Caracas: Universidad Central de Venezuela, 1969, p.151-165).
LEER A MARX
Muchas de las observaciones que siguen tienen que ver con Zamora pero muy especialmente con el movimiento ideologizador de su figura hecho por el gobierno del presidente Chávez. Muchos han creído que Ezequiel Zamora pudo ser socialista, incluso marxista, que algo de todo lo sucedido en Francia de 1848, pudo llegar a él en los doce años finales de su vida, que se cerró con el balazo de San Carlos.
En el corazón del socialismo están Carlos Marx (1818-1883) y Federico Engels (1820-1895). Por lo cual para examinar estos asuntos hay que leerlos pero a partir del conocimiento del llamado “socialismo utópico” que fue uno de los grandes movimientos humanísticos del siglo XIX, del cual sabemos que sus ideas fueron divulgadas en Caracas como lo hemos anotado más arriba en base a las trazas encontradas por el profesor Rodríguez. Socialista utópico fue don Fermín Toro (1806-1865).
Marx y Engels lanzaron en Londres el “Manifiesto del Partido Comunista” (1848) como una de las primeras expresiones contrarias al “socialismo utópico” (1834-1848), la expresión es de Engels, para calificar las expresiones socialistas pre marxistas. En aquel momento ellos, Marx y Engels, denominaron sus ideas, “Socialismo Científico”, como también se conoce al marxismo. Sinónimo es la expresión materialismo dialéctico.
Y estas ideas tenemos los venezolanos de hoy que estudiarlas pero con sentido crítico, basándonos en buenas fuentes como puede ser el estudio del denso historiador norteamericano Edmund Wilson(1895-1972) en Hacia la estación de Finlandia(Madrid: Alianza Editorial, 1972. 572 p.), todavía en plena vigencia pese a haber sido publicado en 1940; el volumen de Isaiah Berlín(1909-1997) Karl Marx(Madrid: Alianza Editorial, 1963. 283 p.) o las obras de nuestro primer marxólogo Ludovico Silva(1937-1988), libros los tres iluminadores. Y al hablar hoy de socialismo es imposible no referirnos al breve y denso ensayo de Silva Teoría del socialismo (Prólogo: Teodoro Petkoff. Caracas: Editorial Ateneo de Caracas, 1980. 81 p.) En donde expuso el verdadero sesgo de esta doctrina con claridad y lucidez, nos hizo ver como en ese momento, en 1980, las sociedades que se llamaban socialistas no lo eran.
EZEQUIEL ZAMORA
Pero claro lo que no fue cierto es que Ezequiel Zamora, como nos lo ha querido hacer creer el comandante Chávez a través de “El árbol de las tres raíces”, fuera socialista. En este punto es vital el análisis de Manuel Caballero sobre el posible socialismo de Zamora en su exploración de lo que denominó “Los mitos del 4 de febrero” (Ni Dios Ni Federación. Caracas: Planeta, 1995, p.213-218). Tampoco fue el introductor del socialismo entre nosotros como lo inventó la mente calenturienta de Federico Brito Figueroa, entre otras desfiguraciones de la historia del siglo XIX y de la personalidad de Zamora que se pueden leer en su obra sobre el tumultuoso caudillo liberal (Tiempo de Ezequiel Zamora, p.248), libro prevaricador sobre nuestro pasado como pocos se han publicado en esta tierra. Prevaricador en el sentido que hoy da a este término Umberto Eco(A paso de cangrejo. Caracas: Debate, 2006, p.54-73). Sobre el volumen Tiempo de Ezequiel Zamora escribió Guillermo Morón, amigo probado de Brito Figueroa, pese a haber padecido siempre su “mal carácter, agresivo”, dice que fue “gran historiador y difícil amigo”, que su libro sobre Zamora sólo fue “un arma política, no un libro de historia” (Patiquines, pavorreales y notables. Caracas: Planeta, 2002, p.221, 223 y 225). Y como también lo demuestra Adolfo Rodríguez al caudillo federal si algunas ideas del socialismo o del comunismo le pudieron llegar para nada influyeron en él (p.307-310). Y la presencia de aquellos dos aventureros franceses, Murtón de Veratro(c1830-1872) y Napoleón Abril, que se dice venían de haber participado en la revuelta que en 1848 conmovió a Europa(enero-febrero) y en especial a París(junio 24-26), se debe decir que fue escaso el tiempo en que estuvieron cerca del caudillo y limitada su posible influencia, la cual no ha podido ser demostrada documentalmente por ningún autor hasta ahora pese a atribuírsele a Murtón haber concebido el lema “Dios y Federación” como recuerdan el citado Caballero(Ni Dios ni Federación,p.214) y Adolfo Rodríguez (La llamada del fuego,p.286,287-288). Rodríguez explica también que la divisa “Dios y Federación” ya se había pronunciado en el oriente de Venezuela en 1835 durante la “Revolución de las reformas” (p.288), según esto, añadimos, pudo ser inventada por Estanislao Rendón (1806-1874), quien fue reformista y quien era un ideólogo liberal en aquellas costas. Por reformista Rendón debió irse al exilio después de aquella revuelta contra el presidente José María Vargas por varios años. Y Morton y Avril no pudieron convencer a Zamora de ninguna idea, incluso radical, porque como lo anotó José Gil Fortoul (1861-1943): “Definir el ideal, ponerlo en contacto con la realidad, hubiera sido esfuerzo superior a su carácter impulsivo e impaciente” (Historia constitucional de Venezuela, t.III, p.157). O porque como apunto el maestro Arturo Uslar Pietri (1906-2001), a quien cita Adolfo Rodríguez, “si uno lee los documentos de la época, es poco lo que se saca en claro...del lado federal, tanto los de Zamora como en los de Falcón, no se encuentran sino generalidades y conceptos vagos sobre los objetivos de la Revolución. Proclamación del régimen de libertades individuales irrestrictas, desmantelamiento del poder y autonomía absoluta de las provincias” (La llamada del fuego, p.310). Así fue, ni siquiera el comunismo lo influyó porque Zamora, pese a su leyenda avivada primero por la izquierda marxista venezolana, ahora por el chavismo, no pasó de ser, para quien lee la historia a través de sus papeles, un caudillo más del siglo XIX. Y, claro está, todo lo que propalan Chávez y su gente alrededor de él es incierto, ni siquiera verdaderos son sus restos que tanto venera en el Panteón Nacional la actual llamada revolución, que para nada lo es. Los verdaderos se perdieron en 1868, año de honda guerra en el país, días de la “Revolución Azul”, en el camino entre San Carlos, donde habían desenterrado los verdaderos en presencia de uno de sus sepultureros horas después de su asesinato, y Los Teques. Por esos lares desaparecieron. Los que trajo Guzmán Blanco al Panteón Nacional fueron los de algún soldado federal que ya presidente Guzmán Blanco, en uno de sus pasos por San Carlos, hizo sacar de una fosa allí, dio orden de traerlos a Caracas como de Zamora y depositarlos en el Panteón Nacional. Y esto nos lleva a una última consideración: ¡hay del pueblo, de la república, de la nación, que venera mentiras. La conclusión es obvia: para 1859 ciertas ideas socialistas corrían en el país a través de la prensa y en algunos libros. Y varias personas y algunos políticos debieron leerlas. Pero no llegaron a Zamora ni este las practicó. Por lo tanto no fue el introductor ni del socialismo ni del comunismo en Venezuela. Y por lo tanto un estado que se considera tal, como el que preside Hugo Chávez, no puede tener a Ezequiel Zamora como bandera de su socialismo y de su comunismo tantas veces propalado.
Y en verdad la ideas marxistas penetraron en Venezuela en el siglo XX, con la generación de 1928 y a través de su verdadero introductor y vocero el tocuyano Pío Tamayo (1898-1935). Así cuando el doctor Pedro Manuel Arcaya (1874- 1958), ministro de Gómez, acusó a los jóvenes de ser comunistas estaba en lo cierto. En verdad el marxismo aclimató en los jóvenes venezolanos, como Gustavo Machado Morales (1898-1983) o Salvador de la Plaza (1896-1970) durante sus exilios. En el destierro también los conoció Pío Tamayo, quien fue su primer divulgador entre nosotros. El Partido Comunista de Venezuela fue fundado en Caracas, en la clandestinidad, en 1931. Públicamente la primera persona en proclamarse comunista en Venezuela fue Gustavo Machado en un acto político en el Teatro Municipal después de la muerte de Gómez cuando Machado regresó del destierro.
Lo que si no tuvo eco en Venezuela fueron las ideas de quien fue posiblemente el primer marxista venezolano, de religión judía y raíces curazoleñas, graduado en Columbia University en Nueva York, el doctor Daniel de León Jesurum(1852-1914) toda cuya acción se llevó a cabo en los Estados Unidos. Se le considera padre del sindicalismo norteamericano. De León en su actividad llegó a conocer a Lenin (1870-1924) y entre sus obras quizá sea la más singular La reconstrucción socialista de la sociedad (1905). Todavía se sigue repitiendo que había nacido en Curazao, de donde eran sus padres, pero sabemos que siempre indicó haber nacido en Venezuela. No se sabe dónde: ¿en Coro, en Puerto Cabello, en Caracas, que eran las ciudades en las que vivían entre nosotros las familias Sefarditas curazoleñas?
Todo esto que son elementos históricos hay que tenerlos en cuenta para el análisis de los asuntos que tratamos, para ver a Zamora y para observar la divulgación entre nosotros del ideario marxista, de tan crucial influencia en el siglo XX, al menos hasta los sucesos checos de 1968, donde se inició la caída del socialismo sin duda, en las huelgas de 1980 en Polonia, en la divulgación de la perestroika en 1985, en la vuelta de la democracia de los países, llamados entonces del este europeo, en verdad eran del centro de Europa como Polonia, Checoeslovaquia y Hungría, y en la caída del Muro de Berlín a finales de 1989.
LOS PASAJES DE VILLANUEVA
Ya hemos señalado que se ha pensado en que Zamora pudo ser un agrarista, o quizá socialista, en base a unos pasajes de la biografía de Laureano Villanueva. Manuel Caballero los ha estudiado y ha llegado, como es lógico a la conclusión contraria. Estos dos los fragmentos citados por Caballero:
En el primero se lee: “Un día se presentó una mujer llorando, porque un soldado le había robado unas prendas. Las prendas no valían mayor cosa. Zamora llamó al soldado; y delante de él le hizo pagar lo que ella decía que valían, que no pasaba de dos o tres pesos. Despidió a la mujer, y después de que ésta se hubo ido, le dice al soldado, delante de sus edecanes, del Secretario, Licenciado Iriarte, y otras personas:
-¿Cómo se ha atrevido usted a robar a esta infeliz? ¿Qué va usted a remediarse con esas miserables prendas? ¿No sabe usted que la gente del pueblo es sagrada? Le haré dar a usted unos palos para castigarlo.
-Lo que debe cogerse son los ganados, bestias y tiendas de los godos, porque con esas propiedades es con lo que ellos se imponen, y oprimen al pueblo.
-A los godos se les debe dejar en camisa, pero la gente del pueblo, igual a usted, se respeta y se protege. Y siguió discurriendo sobre estas ideas enteramente revolucionarias. Todo con el propósito de infundir a la tropa amor al pueblo y odio a los ricos, aunque fueran liberales; pues decía que las mismas haciendas de los Pulidos, aunque éstos eran liberales, debían destruirse” (Vida del valiente general Ezequiel Zamora. Caracas: Monte Ávila Editores, 1992, t.I, p.132-133).
El segundo trozo es este: “los liberales se esparcían por las selvas, dominaban las serranías y los llanos, y sublevaban las masas populares. Los libertos llevaban clavada en la mente la idea de que los oligarcas los iban a volver a la esclavitud, y los de Coro creían que debían exclusivamente su libertad al General Falcón. Indios de acá y de allá andaban alucinados con los resguardos de tierras de los indígenas, que les ofrecían leguleyos de las aldeas. Los pobres, en suma, tenían horror de los centralistas, porque entre otras cosas propalaban que los querían vender a los ingleses, para con sus carnes hacer jabón, y con sus huesos cachas de cuchillos, bastones y sombrillas” (Vida del valiente general Ezequiel Zamora, ed.1992, t.II, p.42).
El LLAMADO SOCIALISMO DE ZAMORA
En la p.103 de La llamada del fuego expresa Rodríguez: “Cree Laureano Villanueva que ‘la ambición constante’ de Ezequiel Zamora, era ‘servir al pueblo, a la manera de Tiberio Graco, con ciertas ideas utópicas de socialismo y de igualdad de bienes” (Vida del valiente ciudadano Ezequiel Zamora. Caracas: OCI, 1975, p.241). Fue Tiberio Graco (162-133 adC) tribuno de la plebe, autor de una ley agraria redistributiva. Fue acusado de conspiración y murió en un motín.
Las otras referencias que logró estudiar y ordenar fueron: “Se difunde en el país, más o menos, qué cosa es el socialismo. El periódico liberal El patriota, al que una vez estuvo suscrito Zamora, publica en su número 12 del 17 de octubre de 1848 una traducción de artículo de L.Beybaud sobre los ‘socialistas’, en el que se explican ideas de Fourrier, Owen y Saint Simón” (p.175)
“En la imprenta de Domingo Salazar, Pedrera a Gorda, se oferta en 1850, el libro ‘Barcelona moderna y Barcelona antigua. El socialismo y la economía política. Síntomas del Tiempo. Anarquía intelectual’” (p.175)
¿Era rojo Zamora? se pregunta Rodríguez (p.307): no lo podía ser porque entonces ese era el color de los conservadores. Lo que dice Brito Figueroa sobre el color rojo, el propio de los comunistas, y Zamora es pura invención suya, una traspolación de los tiempos.
En 1853: “Una traducción del libro de Lamartine sobre la revolución de 1848 en Francia es editada en esos días en Caracas y dícese allí de los proletarios de Luis Blanqui con estandartes rojos” (p.308). El general Rafael Urdaneta (1823-1862), llamado Urdaneta en el joven para no confundirlo con su padre el prócer del mismo nombre y apellido, “había sido, en París, alumno de Adolfo Blanqui, hermano de aquel socialista francés” (p.308).
“Brito Figueroa sostiene, sin evidencias documentales, que obreros y artesanos participantes en las barricadas de 1848 son ‘los primeros rojos que llegan a Venezuela” (p.308). No podían ser “rojos” pues de ese mismo año es el Manifiesto Comunista de Marx. Pese a ello, y de eso si hay evidencia citada por Rodríguez, tomada de El Constitucional (diciembre 3,1859) que había entonces en Caracas quien llamaba “liberales rojos” a varias personas, entre ellos a Zamora, cuyo nombre escribe “Exequiel” (p.309). Cuando aparece ese número de El constitucional faltaban siete días para la batalla de Santa Inés (diciembre 10-11,1859), en Barinas, donde triunfó Zamora sobre la fuerzas del gobierno. Pero el dirigente sólo logró vivir veinte y nueve días más.
Continua Rodríguez: “A los federales se les endilgó, también, ideas socialistas” (p.309); hay quien pensó, como Ramón Ramírez, que “el liberalismo es el nombre que usa el socialismo cuando viaja de incógnito” (p.309).
Explica Rodríguez: “El verbo federar adquiere aceptación al respecto, al asociársele con decomiso, confiscación, comunicación” (p.309).
“Y el escritor marxista Carlos Irazábal (1907-1991) no duda que el caudillo federal: quería el mejoramiento económico del pueblo aun cuando no sabía cómo llevarlo a cabo. El comprendió claramente que la fortaleza del enemigo radicaba en su fuerza económica” (Venezuela: esclava y feudal. Caracas: José Agustín Catalá Editor, 1974, p.250). Irazábal puede ser considerado el padre de la historiografía marxista venezolana.
La síntesis de todo esto está en las tres citas que siguen, están en La llamada del fuego. El doctor José Gil Fortoul en su Historia constitucional de Venezuela señala: “La luz que penetraba en su cerebro era el reflejo remiso de un ideal democrático entrevisto en alguna que otra lectura de libros literarios y periódicos de lucha. Definir el ideal, ponerlo en contacto con la realidad, hubiera sido esfuerzo superior a su carácter impulsivo e impaciente” (p.310. Subrayado nuestro)
Arturo Uslar Pietri de quien Rodríguez cita este significativo fragmento: “Si uno lee los documentos de la época, es poco lo que se saca en claro…del lado federal, tanto en los de Zamora como en los de Falcón, no se encuentran sino generalidades y conceptos vagos sobre los objetivos de la Revolución. Proclamación de un régimen de libertades individuales irrestrictas, desmantelamiento del poder y autonomía absoluta de las provincias” (p.310).
Allí está la explicación: casi no tuvo ideas determinadas. Y “Nada de comunismo” (p.310) como expresa Rodríguez. Y nada de socialismo tampoco. En su cabeza sólo había un “revulicio mental” (p.329). Fue la “inteligencia primitiva” que dijo Manuel Caballero (Ni Dios ni Federación, p.214).


Fuente: Roberto Lovera De Sola
roberto.loveradesola@gmail.com

miércoles, 3 de marzo de 2010

Historia de los Terremotos en Venezuela

Terremotos en Venezuela
Venezuela ha sufrido diversos terremotos y han sido certificados de diferentes formas y por varias fuentes. Cuando llegaron los colonizadores españoles existía una tradición que guardaban los indígenas. Ellos relataban que un gran movimiento llevó al fondo del mar algunas extensiones de tierra entre Araya y el llamado Cabo Codera. Posiblemente ésta es la única mención que se hace de un terremoto antes de tal arribo a tierras venezolanas.
Terremotos en Venezuela por años:
1530
Conocido como el primero de los terremotos registrado, siendo poco después del Descubrimiento de América, se produjo el 1 de septiembre de 1530 a las 10.30 HLV. Tuvo una fuerza de magnitud de Mb 7,3.
En este desastre quedó destruido el fuerte que Gonzalo de Ocampo erige, la fortaleza de Nueva Toledo, en lo que hoy se llama Cumaná. Posiblemente éste es el primer maremoto que se conoce registrado en América.
“…abrióse la tierra por muchas partes… y por las aberturas manaba un agua como tinta que hedía a piedra azufre, (...) se levantó la mar en altura de 4 estados (...) e inundóse la tierra…”
En los siguientes siglos se tienen conocimiento de un gran cantidad de sismos y que su epicentro ha sido en territorio venezolano o en regiones cercanas. Se considera que de 130 citados entre una extensa cantidad, han dejado daños o destrucción.

1541
Los españoles habían fundado una ciudad llamada Nueva Cádiz en la isla de Cubagua, ésta tuvo daños de consideración el 25 de diciembre de 1541. El fenómeno en este caso fue un terremoto y maremoto de forma simultánea que azotó no solo esa isla sino también la isla de Coche. Cayeron casas, las aguas inundaron las calles arrastrando los escombros de la ciudad al mar, el escudo hecho de piedra del Ayuntamiento cayó de manera intempestiva quedando totalmente destruido. El sismo fue de 7.9 Grados.

1610
Otro movimiento de consideración se produce en La Grita del Estado Táchira, ocurre el 3 de febrero a las 15.30, y tiene una magnitud de Mb 7,0. Alguna descripción del hecho dice:
“… casi ninguna persona pudo dar paso adelante ni atrás del lugar donde se halló, cuando comenzó con tanta fuerza a moverse la tierra en todas partes, que hacía oleaje (...) los molinos se hundieron, los ríos y quebradas se secaron (...) embebiéndose el agua en las aberturas de la tierra que se hicieron con el temblor en sus madres (...) y el siguiente día crecieron (...) en el valle de los Bailadores (...) voló la mitad de un valentísimo cerro, como si fuera de pluma, y (...) quedó plantado en la mitad del valle…”
En este desastre se contabilizaron alrededor de 60 víctimas mortales y algunos heridos.

1629
De este año existe una mención que hace un poblador pero no específica la hora ni el día, solo comenta sobre la destrucción de la Iglesia de Cumaná:
“…está cubierta de paja (el techo) porque con el terremoto se cayó y la torre de ella…”

1641
El 11 de junio de 1641 a las 8.30 el territorio de Venezuela sufre otro golpe de la naturaleza, esta vez en Caracas y sus alrededores como la primera ciudad de Cua y se estimaron entre 300 y 500 personas víctimas del terremoto.
“… El día de San Bernabé, once de Junio de 1641, entre las ocho y media y las nueve de la mañana, tembló la tierra grandemente y hizo en esta ciudad de Santiago de León de Caracas y en su puerto de La Guaira un destrozo miserabilísimo. No hubo casa una ni ninguna que no viniese totalmente al suelo o no hiciese tan grande sentimiento que se pueda en muchos tiempos vivir La iglesia mayor se abrió por diferentes partes, (...) cayó parte de la iglesia del Convento de Las Monjas, cayó casi toda la iglesia de San Francisco….”

1644
En esta oportunidad Venezuela recibe la onda que tuvo epicentro en el municipio colombiano de Pamplona. Este terremoto ocurre el 16 de enero de 1644 a las 15.30 y llegó a causar muchos daños en Mérida, Táriba, San Cristóbal, Trujillo y más lugares de la Cordillera Andina.

1766
Empezando el día a las 5.00 HLV recibe el país un duro golpe en extensas regiones, era el 21 de octubre de 1766 y el movimiento sísmico fue de Mb 6,3.
La zona noreste del continente suramericano recibió la onda. Las zonas afectadas fueron Maracaibo, Cayena, las islas Guadalupe y Martinica. Muchos poblados de lo que actualmente es el Estado Sucre, Monagas, Nueva Esparta, Anzoátegui, Miranda y Bolívar sufrieron los estragos del terremoto.
Se conoció que algunos pobladores acamparon en las calles por mucho tiempo ya que los movimientos tuvieron repetición por al menos 14 meses.

1775 - 1786 - 1794 - 1797
En el estado Trujillo se reporta un movimiento con gran sonido que daño la Iglesia matriz y el Monasterio Regina Angelorum.

En 1786 sufre un terremoto leve pero con consecuencias en daños materiales la ciudad de Mérida.

El 10 de septiembre de 1794 un temblor en Cumaná causó estragos en casas y edificios.
Nuevamente la ciudad de Caracas soporta otro movimiento, los reportes son del 14 de diciembre de 1797 a las 19.30 HLV, Mb 7,0 y hubo daños materiales.

1812
Una parte importante del territorio Nacional es devastado por un movimiento sísmico, ocurrió el Jueves Santo de 1812, día 26 de marzo y tuvo una intensidad de Mb 7,7 a las 16:37 HLV.
Las zonas donde más estragos causo fue en: Caracas, La Guaira, Barquisimeto, Santa Rosa, San Felipe, Mérida y algunas zonas más del territorio nacional.
Se produjeron 26.000 víctimas, y con daños materiales incalculables por el suceso.
Fue tan drástico el movimiento que en una zona llamada Valecillo llegó a formarse un nuevo lago y un río de importancia que lleva el nombre de Yurubí quedo hecho represa. Muchos riachuelos cambiaron su curso en el Valle de Caracas, se informó de agua fétida que manó en cantidades y muchos espacios fueron inundados.
La situación fue tan extrema que se planteó en la Gaceta de Caracas la conveniencia de fundar la nueva ciudad «…en la hermosa explanada de Catia en donde se respira un aire puro…», y en relación con las construcciones se duda en mantener «"…la que nos ha acarreado tantas desgracias, o la que se ha adoptado por su seguridad y sencillez en Cumaná».
La descripción de sus efectos, se ha interpretado como un sismo triple. La primera ayuda internacional que recibió Venezuela a raíz del terremoto provino de los Estados Unidos de Norteamérica, «.....cuando el congreso reunido en Washington, decretó unánimemente el envió de cinco navíos cargados de harina, a las costas de Venezuela para que se distribuyese a los habitantes más indigentes...».
Se determino mediante documentos históricos que fueron dos terremotos con 30 minutos de diferencia los ocurridos en la tarde del 26 de marzo de 1812, el primero destruyo a Caracas y el segundo a Mérida donde llovía al momento del sismo.

1823 - 1834 - 1837 - 1849
Esta vez en Cariaco, Marigüitar y otros poblados vecinos sienten el ruido de un temblor, era agosto de 1823.
En 1834, el 12 de agosto sufren varias víctimas por los movimientos causados en Santo Domingo del Cantón, Mucuchies.
El 10 de septiembre de 1837 se reporta en Santa Teresa del Tuy y en Santa Lucia un ruidoso temblor.
El 26 de febrero de 1849 se suscita otro terremoto que destruyo cantidad de viviendas en la Villa Lobatera, los edificios cayeron desde sus cimientos. Esto ocurrió en la Sabana, La Grita, Táriba y San Cristóbal.
También en 1849 el día 3 de mayo Maracaibo fue sacudido por un temblor a las 6.00 HLV, Mb 6,6. Hubo gran cantidad de casas perdidas, este movimiento llegó a sentirse en el noreste de Colombia.

1853 - 1874 - 1875 - 1878 - 1879 - 1888
• 15 de julio de 1853 a las 2.25 HLV, Mb 6,3 hay una destrucción en Cumaná y sus alrededores ocurrió de forma simultánea con agrietamientos en terrenos de Caigüiré y Sabana del Peñón y hundimientos en la costa de hasta 15 metros.
• El mar se retiró de la bahía de Puerto Sucre dejando en seco un cuarto de una milla y luego se levantó a la altura de 5 m precipitándose sobre la costa y destruyendo el muelle. Esto fue un maremoto - tsunami.
• El 17 de agosto de 1874, otra vez ocurre un temblor ruinoso en El Pilar del Estado Sucre.
• El 18 de mayo de 1875, a las 11.15 HLV, Cúcuta es destruida por el Terremoto de 1875, cuyos efectos destructores se extendieron a los Andes venezolanos, en particular a San Antonio, Ureña, San Juan de Colón, Lobatera y Michelena, así como a La Mulata, San Cristóbal, La Grita y otros pueblos. En la catástrofe fallecieron algunas personas y hubo muchos heridos.
• El 12 de abril de 1878, a las 21.00 HLV, Mb 6,3 en los valles del Tuy, Charallave, Cúa, Ocumare, Yare, Santa Lucía y otras poblaciones sufrieron daños como consecuencia de un fuerte temblor.
• El 7 de marzo de 1879, otro temblor arruinó varias casas en Curiepe.
• El 10 de enero de 1888, un temblor en el oriente ocasiona daños en Güiria. Y el 17 de noviembre del mismo año, Guanare sufrió estragos como consecuencia de un temblor ruinoso.
• También en 1888 un temblor ocasiona destrucción en Carache, esto fue el día 4 de noviembre.

1894 - 1900 - 1910 - 1929 - 1932
28 de abril de 1894 con una magnitud de Mb 7,0 los Andes venezolanos sufre el llamado "Gran Terremoto De los Andes" a las 22.15 HLV, destrozó Santa Cruz de Mora, Zea, Mérida, Tovar, Mesa Bolívar, Lagunillas, Chiguará y otros pueblos. Hubo un total de 319 víctimas y muchos heridos.
En muchas partes se secaron los manantiales, para brotar en otros sitios distantes.
Algunos tramos del ferrocarril Santa Bárbara - El Vigía, los puentes y vías se doblaron y tomaron la forma de una ese. También se presentaron grandes deslizamientos y la aparición de grietas se produjeron en la desembocadura del río Mocotíes en el Chama; en Bobures, Gibraltar y Santa María, manaron chorros de agua por algún tiempo.
El día jueves 7 de junio de 1900, un temblor local destruye casas en Casanay y Cariaco.
El día viernes 29 de octubre de 1900, a las 4.42 HLV, Mb 7,0 la región norcentral del país es sacudida por un fuerte terremoto: Macuto, Caraballeda, Naiguatá, Carenero, Higuerote, Guatire, Guarenas y muchos pueblos más sufrieron los efectos de este sismo.
En Caracas dejó 20 casas caídas, 21 muertos y más de 50 heridos; se presentaron fenómenos de licuefacción en áreas de Barlovento.
El 22 de marzo de 1910 algunas casas se derrumbaron en Mapararí del Estado Falcón.
El último terremoto destructor en Cumaná ocurrió el 17 de enero de 1929 a las 7:32 HLV (fase lunar creciente 46%) las descripciones de sus efectos son similares a las de 1530 y 1853.
Se observaron agrietamientos en el terreno por varios kilómetros de longitud. Los daños se extendieron a Cumanacoa, San Antonio de Maturín, San Antonio del Golfo, al Muelle de Cariaco, Arenas y Santa Fe.
El día sábado 16 de marzo de 1929, se agrietaron y cayeron casas en Río Claro y pueblos cercanos del estado Lara.
El día lunes 14 de marzo de 1932, se presenta el último sismo importante registrado en los Andes meridionales. La Grita, Tovar, El Cobre, Seboruco, Pregonero, Rubio, San Pedro del Río, Queniquea y otros pueblos de la cordillera sufrieron las consecuencias. La cantidad de daño material fue cuantiosa, sin embargo hubo pocas víctimas.

1942 a 1968
Artículo principal: Terremoto de Caracas 1967
• 2 de septiembre de 1942: destrucción de 22 viviendas en Humocaro Alto.
• 23 de diciembre de 1945: daños en Pedernales era día domingo
• 3 de agosto de 1950 a las 5.00 HLV, Mb 6,6 un terremoto tipo temblor local ocasionó daños en San Antonio del Táchira, Colón y Ureña.
• 3 de agosto de 1950, a las 17.50 HLV, Mb 6,6 en el distrito Morán del estado Lara, son destruidos numerosos pueblos por el llamado terremoto de El Tocuyo.
• En noviembre de 1956 y junio de 1959 las poblaciones del municipio Aricagua, distrito Libertador en el estado Mérida sufrieron daños por algunos temblores del sector.
• 4 de octubre de 1957, a las 1.28 HLV, Mb 6,6 el oriente venezolano tiembla y es sacudido nuevamente y numerosas poblaciones del distrito Arismendi del Estado Sucre sufrieron daños importantes.
• 19 de julio de 1965 se agrietaron unas 100 casas por efecto de un temblor en el estado Trujillo; el templo colonial de San Miguel de Burbusay, monumento nacional, sufrió daños.
• 9 de septiembre de 1966, a las 19.39 HLV, Mb 5,0 la mitad de las viviendas de Churuguara sufrió algún tipo de daño; se contabilizaron 100 heridos y más de 500 familias quedaron sin techo como consecuencia de un fuerte movimiento sísmico, esto sucedió a las 14.45.
• 29 de julio de 1967 a las 6.24 HLV, un sismo con foco en Colombia provocó daños en San Cristóbal, estado Táchira hubo 2 personas fallecidas.
• También el 29 de julio de 1967 las 20.05 HLV, Caracas fue sacudida con un sismo de 6,5 grados en escala de Richter, con una duración de 35 a 55 s según la zona de Caracas, dejo un balance de 236 muertos, 2.000 heridos y daños materiales en exceso.
• 20 de septiembre de 1968 La península de Paria es afectada por un temblor causando daños en Macuro, Güiria e Irapa, se registraron 2 fallecidos, varios heridos y daños menores en Tucupita y Puerto Ordaz.

1974 - 1975 - 1980 - 1981 1989
El día miércoles 5 de marzo de 1975, a las 8.49 HLV, Mb 5,6., Guanare sufre daños por consecuencia de un temblor. Al mes después, otro fuerte temblor, afectó la región de Acarigua, San Pablo y Caracas en el estado Lara, contabilizaron 4 muertos y 20 heridos.
17 de noviembre de 1980 un temblor produce daños leves en Mapararí, Churuguara y El Tural a las 16.50 HLV, Mb 4,3. Nueve días después, en San Antonio, Ureña y otras poblaciones del estado Táchira, se presenta un temblor moderado causando daños menores.
A finales del mismo mes, comienza una serie de temblores frente a las costas de Aragua; de los 2.000 temblores registrados por las estaciones sismológicas hasta el fin de ese año, el del día martes 2 de diciembre de 1980, fue el de mayor magnitud.
18 de octubre de 1981, a las 4.30 HLV, un sismo de amplitud moderada y con epicentro en territorio colombiano, ocasiona daños en San Cristóbal - El Piñal, esto trae también un deslizamiento de tierra y causa la muerte de más de 200 personas, cerca de El Palmar de la Copé Estado Táchira,
Epicentro preliminar: Latitud: 07° 44' 00 Norte / Longitud: 72° 27' 09 Oeste, profundidad: entre 50 a 60 km aproximadamente; localización: entre San Cristóbal y Cúcuta; hora de Ocurrencia del sismo: 00.30 45,5 s Hora Local Venezolana (4.30 45,5 s G.M.T.), S H.L.V.; intensidad: entre grado 7 y 7.5 en la escala Mercalli modificado, el grado máximo indicado fue observado solamente en algunos sitios debido a condiciones locales, Magnitud: 5,5 en escala Richter (determinado por FUNVISIS y Observatorio, instalados); aceleración del suelo: cuatro (4) acelerógrafos de Funvisis instalados en la Presa La Honda y Presa Las Cuevas, se activaron, por lo que se presume que la aceleración del suelo, superó el 1% de la gravedad en esos sitios.
Domingo 30 de abril de 1989, un fuerte sismo causa daños en edificaciones y alarma en la población de Boca de Tocuyo y Chichiriviche del Estado Falcón, afectó viviendas hubo fenómeno de licuación de suelos, siendo registrados más de 2.000 sismos menores en las semanas siguientes.

1997
Artículo principal: Terremoto de Cariaco
El día Miércoles 9 julio de 1997, 15.23 HLV, Mb 7,0, un fuerte sismo sacudió el estado Sucre, el epicentro tuvo lugar en la Península de Paria con duración de 51 s y posteriormente ocurrieron varias replicas del movimiento inicial a las siguientes horas: A las 4.40 HLV, con magnitud de 4,7 grados Richter; a las 16.54 HLV (20.54 GMT) con magnitud 5,33 grados Richter; a las 18.13 HLV (22.13 GMT) con magnitud mv-vs-mw de 6,8 grados,
El día Jueves 10 de julio, otros movimientos sísmicos se dejaron sentir, a las 3.35 HLV (7.35 GMT) y 3.52 HLV. La población de Cariaco fue la que más sufrió y donde los daños fueron considerables aproximadamente 83 personas fallecidas y más de 500 heridos, éste sismo fue bautizado como el Terremoto de Cariaco.

2001 / 2003
El 21 de diciembre del Año 2001 en horas de la tarde, un fuerte movimiento sísmico sacudió la región andina del país, 5.0 siendo el epicentro a pocos kilómetros de la ciudad de Mérida.
Así mismo se tiene registros de un movimiento ocurrido en el mes de Mayo del 2003 cuyo epicentro fue la ciudad de Mérida, se desconoce cuál fue su magnitud.

2009
Introducción: Según Funvisis, el 2009 ha sido el año en el que Venezuela ha sufrido sismos de importantes y de gran intensidad, con respecto a años atrás. 14 sismos mayores a los 4 grados se reportaron durante el año, y más de 1300 de menor intensidad han sido reportados. Un sismo importante que ocurrió en septiembre de éste año, ha sido catalogado como el más fuerte en Venezuela desde el Terremoto de Cariaco, y en Caracas, desde el Terremoto que ocurrió en esa ciudad en el año 1967. Según los expertos éstos sismos son normales y se deben al movimiento de las placa Suramericana, con respecto a la Caribeña, ambas causantes de éstos movimientos. Funvisis reporta que estos sismos no son pre-aviso de un sismo mayor, pero tampoco descartan que ocurra alguna vez.
"Los sismos son científicamente comprobados como impredecibles y Venezuela es un país de alta actividad sísmica"


Sismo abril de 2009
Abril de 2009. Día 05, 15.55 HLV, Mb 4,3. Un sismo de 4.3 grados en la escala de Richter, con epicentro a 17 km al noroeste de la Guaira, y una profundidad de 1.5 km ,se sintió por pocos segundos (5 s aproximadamente) en la ciudad de Caracas y otros estados del país (Vargas, Aragua, Carabobo, Zulia, Miranda, Sucre, Anzoátegui), todos al norte. Las autoridades nacionales descartaron daños como consecuencia del movimiento telúrico, aunque sí se reportó alarma y preocupación en la población. La Ministra de Ciencia y Tecnología de la época informó que el sismo estuvo "...claramente asociado al sistema de fallas de San Sebastián". Esta misma fuente oficial indicó que fue "...un movimiento rumbo-deslizante, franco, que es lo que se espera de la falla de San Sebastián, punto focal del evento; es decir que la ruptura está totalmente ajustada a la tectónica de la región norte costera del país". Primer episodio: 15:55 HLV, Mb 4,3. Segundo episodio: 23:50 HLV, Mb 4,0.
Abril de 2009. Día 6, 00:21:37 AM HLV, Mb 4.4. Otro movimiento similar al del día previo ocurrió en la madrugada del 6 de abril al inicio del día, con epicentro a 36 km al noreste de Morón, con una profundidad de 1,0 km (extensión de la Falla de Boconó), en la zona marina frente a Morón, Estado Carabobo. No hubo daños que reportar. Al finalizar el día se contabilizaron 13 eventos telúricos adicionales, para un total de 15 sucesos en dos días, lo que representó una actividad anómala.
Abril de 2009. Día 07, 12:48 HLV, Mb 3.0 y 3.3. Dos movimientos leves ocurren con epicentro en Mérida. Estos fueron reportados en el sistema de alerta debido a los sucesos anteriores, aunque por sus magnitudes fueron considerados como eventos normales por las autoridades competentes. "Ocurren sismos todos los días en Venezuela y la magnitud de estos eventos no la podemos predecir", refirió en su oportunidad quien en la época ocupase la posición de Presidente de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), Francisco Garcés. Ocurrieron , 5 sismos más , horas después, pero leves con magnitudes entre Mb 2,8 y Mb 3,3 , aproximadamente y mayoritariamente entre 33 y 35 km al noroeste de Barquisimeto, y profundidades entre 2 y 5 km.
Mayo de 2009. Día 04. Una serie de sismos moderados ocurren en la región central del país, asociados a la Falla de La Victoria, con epicentros entre 13 y 17 km al suroeste de la ciudad de Los Teques y profundidades de 3,5 km. No se reportaron daños, a excepción del nerviosismo y desalojo de edificios por prevención.
• Primer episodio: 04:40:21 HLV, Mb 5,4.
• Segundo episodio: 04:57:19 HLV, Mb 4,0.
• Tercer episodio: 10:16:45 HLV, Mb 4,3.
Otro episodio importante, ocurrió a las 10:16:00 HLV, Mb 4,3. Sentido por la población. De éste evento (4:40:21 HLV , Mb 5,3), se reportó en toda el área central de país , especialmente en la ciudad de Caracas , y además en las poblaciones de San Francisco de Yare, Ocumare del Tuy, Charallave y Santa Teresa, una sacudida fuerte que duró aproximadamente entre 15-20 s. Daños materiales menores en los sectores de Cúa, Lomas de Níquel, Tácata, El Jarillo y Paracotos. Mientras en Caracas, se reportó en algunos edificios y una escuela, una presentación de agrietamientos y daños menores. En lo sucesivo a este temblor, se registraron 14 réplicas, todas de menor consideración: éstas entre los 2 - 3,5 grados (leves) con diversas profundidades, con epicentros mayoritariamente en Los Teques.- Éstas réplicas se ubicaron en las siguientes Fallas, debido a la activación sísmica propia de la región del país:
• San Sebastián
• Boconó
• La Victoria (Venezuela)
En el mes de mayo, diariamente ocurrieron eventos telúricos, de magnitud leve y que no causaron daños, entre los Mb 2,0 - 3,8; con epicentros y profundidades variadas, según dichas fallas.
Julio de 2009. Día 21. Ocurre un temblor de 4,6 Mb en la escala de Richter a las 05:40:46 (HLV) en la zona oeste del país, con epicentro a 8 km al noroeste de Barinas y una profundidad de 1,5 km. Se descarta si hubo víctimas que lamentar, heridos o daños materiales.
Julio de 2009. Día 23. Ocurre otro temblor moderado de 4,6 Mb a las 15:25:53 (HLV) en la región nor-occidente del país. Tuvo lugar el epicentro a 31 km. y el Punto Fijo con una profundidad de 29 km. Se informó que este sismo se dejó sentir en el estado Zulia. Sin embargo no hubo víctimas, heridos ni daños materiales.
Septiembre de 2009.
Artículo principal: Terremoto de Venezuela de 2009
Día 12, 15:36:26 (HLV). Ocurre un temblor con epicentro a 28 km del noreste de la ciudad de Morón y a 15,9 km de profundidad en el estado Carabobo con duración de 20 s de MB 6.2. El temblor afecta diferentes ciudades del centro-occidente del país, Puerto Cabello, Valencia, Maracay, Caracas, Barquisimeto, Maracaibo, Coro, Vargas y Punto Fijo, reportándose 16 heridos y varios daños materiales en las poblaciones costeras de Tucacas y Chichiriviche, entre ellos algunas instalaciones hoteleras. Se reportaron elevaciones de mareas en el Parque Nacional Morrocoy generando pánico entre los bañistas de algunos cayos que tuvieron que ser desalojados a través de embarcaciones de la Armada Nacional. Algunos muelles rudimentarios existentes en las pequeñas islas se soltaron de sus amarres mientras otros fueron tapados por el agua. Este movimiento tuvo 50 replicas de menor escala con magnitudes de entre 2,5 y 4,0. Se considera como el movimiento telúrico más fuerte del 2009 y el evento sísmico más importante desde el terremoto de Cariaco del 9 de julio de 1997. FUNVISIS envió ingenieros y geólogos a las zonas cercanas del sismo a fin de obtener información relevante que ayude a estudiar este tipo de fenómenos con el objeto de tomar previsiones en eventos futuros.
Septiembre de 2009. Día 27, ocurre un sismo de 4,3 Mb a las 20:50:27 (HLV) a dos kilómetros de la ciudad de Coro, en el Estado Falcón, y con una profundidad de 27 kilómetros, no se reportaron daños materiales ni heridos. Este sismo no tiene relación con el ocurrido el 12 de este mes.
Noviembre de 2009. Día 27, ocurre un sismo de 5,6 Mb a las 03:45:54 (HLV) a 13 kilómetros de Siquisique, Estado Lara y a 5.0 KM de profundidad. No se reportaron víctimas mortales, pero si hubo daños materiales moderados como la fractura de un vidrio de una entidad bancaria, y la caída de cornisas de los techos de varias viviendas.
2010
Durante 2010 se han producido cuatro sismos de magnitud mayor de 4 grados.
Enero de 2010. El día 4, ocurre un sismo de 5.4 Mb a las 23:06:16 (HLV) a 28 km de la población de Güiria, Estado Sucre y a 105 km de profundidad. No se reportaron daños materiales ni víctimas.
Enero de 2010. El día 8, ocurren 2 sismos el primero de 4.7 Mb a las 4:51:16 (HLV) a 15 km al suroeste de Siquisique, Estado Lara y a 5.0 km de profundidad, y el segundo de 4.8 Mb a las 5:01:35 (HLV) también a 15 km al suroeste de Siquisique y a una profundidad de 5.0 km, no se reportaron víctimas ni daños materiales pero si muchos nervios en la población.
Enero de 2010. El día 15, se registró sismo de magnitud 5,4 en la escala de Richter en los estados Sucre y Anzoátegui. Este sismo se produce dos horas después de un movimiento menor, de magnitud 3,4; registrado a 18 kilómetros al oeste de Güiria y a 16 kilómetros al noreste de Irapa. Este evento tuvo lugar aproximadamente la 1:30 PM (HLV).


Los sismos más fuertes desde 1900
El cuarto terremoto más fuerte en un siglo golpeó el domingo (26 de diciembre de 2004) el sudeste de Asia, desatando una serie de olas gigantescas o tsunamis, que arrasaron poblados enteros a lo largo las costas del sureste asiático y causó decenas de miles de muertos en 11 países.

A continuación una relación de los terremotos más fuertes registrados en el mundo, durante último siglo, según su magnitud:
• 22 de mayo de 1960 - Chile - Un terremoto que midió 9.5 en la escala Richter sacudió Santiago y Concepción, desatando olas gigantescas y erupciones volcánicas. Unas 5 mil personas murieron y 2 millones quedaron sin hogar.
• 28 de marzo de 1964 - Alaska - Un terremoto y posterior tsunami mataron a 125 personas y causaron unos 311 millones de dólares en daños materiales. El terremoto, que midió 9.2 se sintió en una amplia área de Alaska y partes occidentales del territorio Yukón y British Columbia, Canadá.
• 9 de marzo de 1957 - Alaska - Un sismo de 9.1 golpeó las islas Andreanof. En la isla Umnak, el monte Vsevidof hizo erupción después de estar dormido por 200 años, generando un tsunami de 15 metros de alto que llegó hasta Hawái.
• 26 de diciembre del 2004 - Indonesia - Un terremoto de 9.0 golpeó la costa de la provincia de Aceh en el norte de la isla indonesia de Sumatra y desató un tsunami que mató a miles de personas en Sri Lanka, Tailandia, Indonesia y la India.
• 4 de noviembre de 1952 - Rusia - Un terremoto de magnitud 9.0 generó un tsunami que golpeó las islas hawaianas. No hubo muertos.
• 31 de enero de 1906 - Ecuador - Un sismo de 8.8 registrado cerca de la costa de Ecuador y Colombia generó un fuerte tsunami que mató hasta mil personas. Se sintió a lo largo de la costa pacífica de América Central hasta San Francisco y tan lejos como el oeste de Japón.
• 4 de febrero de 1965 - Alaska - De magnitud 8.7 grados, el terremoto generó un tsunami que se reportó tenía 10.7 metros de alto en la isla Shemya.
• 15 de agosto de 1950 - Tibet/India - 2 mil casas, templos y mezquitas quedaron destruidas tras un terremoto de 8.6 Richter. La zona más afectada fue la cuenca Brahmaputra en el noreste de India. Al menos 1.500 personas murieron.
• 3 de febrero de 1923 - Rusia - Kamchatka fue golpeada por un terremoto de magnitud 8.5.
• 1 de febrero de 1938 - Indonesia - Un terremoto magnitud 8.5 en el mar de Banda generó varios tsunami causando grandes daños en Banda y Kai, islas volcánicas en el este de Indonesia.
• El terremoto más mortífero registrado en el siglo XX sacudió la ciudad de Tangshan, en 1976, y con una intensidad de 7.8 grados en la escala Richter dejó un saldo de al menos 255 mil muertos.
• El peor sismo de este siglo en América (en cuanto al número de víctimas) fue registrado en 2010 en Haití, con una escala de 7 grados, una profundidad de 10 kilómetros, hasta la fecha la cifra oficial de muertos asciende a 220.000 y todavía se sigue en busca de victimas fatales.
• El 27 de febrero del presente año un sismo con una magnitud de 8,8 grados en la escala sacudió la provincia de Concepción en Chile, causando graves daños estructurales y devastación, el número de víctimas podría superar las 200.